Piqueteros detenidos en última huelga general niegan agresión a policías, que los tachan de "muy violentos"

La acusación particular se retira del proceso y el Ministerio Fiscal se queda como única acusación
Juicio contra los 'piqueteros'
Juicio contra los 'piqueteros'
EUROPA PRESS
Juicio contra los 'piqueteros'

Los dos jóvenes acusados de delitos de resistencia grave a la autoridad y lesiones han negado que agredieran a dos policías durante los actos de la huelga general del 14 de noviembre de 2012 en Torrelavega y han afirmado que fueron los agentes los que se les "tiraron" al suelo, una versión contraria a las de los agentes, que sostienen que los detenidos eran "muy violentos".

Así, en la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal Número 1 de Santander, los dos acusados, J.G.S. y A.G.C., que formaban parte de uno de los piquetes de la huelga, han asegurado que "en ningún momento" dieron manotazos, codazos, patadas o empujones o forcejearan con los agentes que les estaban reteniendo.

Han asegurado también que "en ningún momento" los agentes les pidieron que se identificaran, ni les explicaron los motivos por los que se lo pedía y tampoco les comunicaron que estaban detenidos hasta llegar a comisaría, una actuación que, según su abogado, "no se ajusta, en modo alguno al protocolo policial".

"no hay prueba de cargo suficiente",

Según el fiscal

La defensa ha pedido la libre absolución porque, a su juicio, "no hay prueba de cargo suficiente" para sostener la versión del Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, que la ha ratificado en el juicio, ni su "encaje" en los tipos penales en los que encuadra la conducta de J.G.S. y A.G.C.

El fiscal pide para cada acusado 16 meses de cárcel, de los que nueve son por un delito de resistencia grave, otros siete por un delito de lesiones, ocho días de localización permanente por una falta de lesiones y el abono de las costas procesales.

Además de la pena de prisión, el Ministerio Fiscal propone que se les imponga una indemnización de 4.200 euros, por las lesiones sufridas por los dos policías —uno en una rodilla y otro en una muñeca— durante la detención y que abonen el coste de una pluma estilográfica Montblanc que, supuestamente, perdió un tercer agente.

Según la versión del fiscal en su escrito, los 'piqueteros' "se excedieron en algunos momentos en su función de información".

De hecho uno de los policías que han declarado como testigos en el juicio ha señalado que, momentos antes de las detenciones, había identificado a uno de los acusados, a J.G.S., como uno de los autores de los daños causados en una sucursal bancaria.

Este policía ha señalado que, ante el conocimiento de que la entidad iba a denunciar, se dedicó a "esperar el momento oportuno" para pedirle que se identificara, algo que hizo cuando éste se quedó un "poco rezagado" del piquete.

Aunque no hay coincidencia en la versión de este agente con la de otro sobre si el acusado en ese momento estaba solo o acompañado —este agente sostiene que estaba "solo" y otro, además del acusado, señala que estaba hablando con otro hombre, que ha declarado como testigo—, los dos policías que procedieron a identificar a J.G.S. han coincidido en que le pidieron que se identificara.

Uno de los agentes que participó en la identificación ha señalado que sí le explicaron que querían su documentación por haber participado en los daños a una sucursal, mientras que el otro policía ha afirmado que no tuvieron tiempo para "explicación de ningún tipo" porque el joven salió corriendo y cruzó la calle.

Tras huir, el 'piquetero' fue "interceptado" por otro agente, si bien no ha habido coincidencia plena en el cómo se produjo su retención.

Todos los policías que han declarado como testigos y que presenciaron ese momento sí han coincido en que J.G.S. ofreció resistencia y se revolvió, negándose a identificarse. Mientras, los "amigos" y conocidos de los acusados afirman que no hubo tal resistencia o, al menos, han afirmado que no la vieron.

Según han relatado los agentes, el acusado aprovechó un momento en el que quedó parcialmente liberado para que sacara su documentación para quitarse una mochila que portaba, lanzándosela a otro joven que estaba presenciando la detención y que no pudo ser identificado, por lo que se desconoce qué llevaba la bolsa.

De hecho, uno de los policías cree que el contenido de la mochila era el motivo que hacía que el acusado no se identificara. Ante la negativa del joven a entregar su documentación, los agentes decidieron llevarlo a comisaría.

Para proteger la actuación policial, otros agentes acudieron a la zona y formaron un cordón. Fue en ese momento cuando se produjo la otra detención, la de A.G.C., que según los policías, estaba intentando saltarse el cordón policial y dio un rodillazo a uno de los policías con el que le rompió la pieza que sujetaba su equipo de transmisión, algo que la defensa considera algo "accidental" y que no está demostrado.

Mientras, los testigos de la defensa han asegurado que los agentes "empezaron a cargar", lo que provocó que la gente echara a correr y A.G.C se quedó rezagado y "cayó" con un policía —el acusado asegura que el agente "le tiró" a él—, tras lo que otros agentes se le tiraron encima y se lo llevaron a comisaría.

Tras la declaración de los testigos, se ha visionado un vídeo grabado por una de las amigas de los acusados —que el resto de la Sala no ha podido ver— de esos momentos, una grabación que para el fiscal "corrobora" su versión y que para la defensa demuestra que A.G.C. no hizo "nada", salvo ser "detenido" y "humillado" con cinco policías encima de él.

"fisuras y contradicciones" de la policía,

Según la defensa

Así, en su exposición final, la defensa ha llamado la atención sobre las "fisuras" y "contradicciones" en las versiones de los agentes, a los que ha acusado de limitarse a usar a "clichés" y "patrones preestablecidos" para describir el comportamiento de los manifestantes y sus patadas, codazos y demás agresiones, que, en su opinión, tienen que ser creídos en un "acto de fe".

Además, ve un "exceso policial" y una actuación "fuera de tono" en el marco de una huelga general y teniendo en cuenta la situación que atraviesa Torrelavega. "Como siempre la culpa es del ciudadano que defiende su trabajo como puede", ha dicho.

Considera que "no es creíble" la resistencia de los acusados y también considera que "no resulta razonable" que un policía que va a participar en una huelga lleve encima una pluma Montblanc —de la que el agente no ha aportado una factura de compra pues era un "regalo".

"Puede llevar una cadena de oro de 59 quilates o un boli de diamantes. También pueden llevar un bic", ha aseverado el abogado de la defensa.

Retirada de la acusación particular

Antes de darse inicio, la acusación particular ha decidido retirarse del proceso, en el que no estaba personada desde el principio y al que se sumó adhiriéndose al escrito del Ministerio Fiscal, que ha quedado como única acusación.

La defensa había presentado un recurso de reforma contra la personación a posteriori de la acusación particular, que había sido desestimado y que —ha anunciado— pensaba recurrir si esta seguía personada, con lo que si había juicio podía declararse nulo.

Manifestación de apoyo

Antes del inicio del juicio se han manifestado medio centenar de personas han secundado la convocatoria de la 'Asamblea Cántabra por las Libertades y cotnra la Represión' y del Comité Antirrepresivo del Besaya— en apoyo de los acusados que, además de pancartas, han extendido en las escaleras de entrada a los juzgados de la calle Alta varios botes con bolígrafos en los que se podía leer 'Dale un boli a la poli'.

Además, en cartón, han construido una reproducción gigante de una pluma estilográfica en referencia a la reclamada por uno de los agentes.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento