Cómo conseguir del casero una rebaja en el precio del alquiler

  • La oferta de vivienda en alquiler es grande y sus precios atractivos: es un buen momento para negociar una rebaja en la renta del alquiler.
  • Antes de pedir una rebaja del alquiler hay que conocer bien el contrato firmado.
  • Se debe conocer el precio de la zona y compararlo con la renta que se paga.
  • Si hay poca demanda en la zona, se puede utilizar como argumento.
Una mujer busca apartamentos.
Una mujer busca apartamentos.
GTRES
Una mujer busca apartamentos.

El alquiler de vivienda vive un buen momento. La crisis y las lecciones aprendidas de la burbuja inmobiliaria ha llevado a muchos a optar por alquilar un piso para vivir. A ello se ha unido la caída de los precios, ya que muchos de aquellos que no pueden vender su casa, o no a un “buen precio”, han decidido alquilarlo.

En suma, la oferta de vivienda en alquiler es grande y sus precios atractivos. Como indica el blog de Fotocasa, todas las circunstancias económicas hacen que sea un buen momento para negociar una rebaja en la renta de su alquiler.

Para tener éxito a la hora de renegociar a la baja el precio de una vivienda en alquiler, es preciso tener en cuenta una serie de puntos:

  • Conocer bien el contrato
    Antes de sentarse con el casero para pedir una rebaja del alquiler, es preciso conocer bien el contrato que se ha firmado. Hay que saber si permite negociar una rebaja del precio o no y los derechos y obligaciones que se tienen.
  • Ver el precio medio del alquiler de la zona
    También es muy importante conocer el precio medio del alquiler de la zona donde está situada la vivienda y compararlo con la renta que se está pagando.
  • Hacerse valer como inquilino
    Hay que jugar la baza del buen inquilino y recordar al casero que siempre se ha pagado la mensualidad a tiempo, que el piso se cuida y conserva en buenas condiciones y que tener un buen inquilino es muy importante.
  • Conocer la demanda de la zona
    Hay zonas donde los pisos en alquiler no duran prácticamente nada en el mercado, mientras en otras áreas cuesta más arrendar una vivienda. Si hay poca demanda en la zona donde se reside, se puede utilizar como argumento a favor de una rebaja, ya que al casero le podría costar más encontrar nuevos inquilinos.
  • Tener siempre un as en la manga
    Esto significa que hay que saber el precio de otros inmuebles de las mismas características en la misma comunidad o los edificios colindantes. Si es más bajo, se podrá decir al arrendador que haga una rebaja en consonancia a la diferencia de precios detectado.
  • Hay que ser flexible
    Como inquilino también se ha de ser un poco flexible si realmente se está interesado en el piso de alquiler. Si el casero no quiere bajar la renta mensual, se le pueden proponer otras opciones, como que pague él parte del recibo de algunos suministros, o que ofrezca nuevos electrodomésticos más eficientes.
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