Al menos 200 niñas secuestradas en el ataque a una escuela en la localidad nigeriana de Chinook

  • Así lo ha confirmado la Policía nigeriana.
  • El asalto se produjo en Chinook, en el estado de Borno.
  • En el territorio opera el grupo radical islámico Boko Haram.
Ubicación de Chinook, en el estado nigeriano de Borno.
Ubicación de Chinook, en el estado nigeriano de Borno.
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Ubicación de Chinook, en el estado nigeriano de Borno.

Al menos 200 niñas han sido secuestradas en el ataque de un grupo armado a una escuela-residencia del noroeste de Nigeria, informaron fuentes de la Policía.

El asalto se produjo en la noche de este lunes en la localidad de Chinook, en el estado de Borno, territorio en el que opera el grupo radical islámico Boko Haram.

La Policía, que fue alertada por los padres de las menores secuestradas, no ha podido concretar quién es responsable del ataque, aunque sospecha del citado grupo. "Ya lo han hecho antes", dijo un portavoz policial en referencia a otros ataques a escuela-residencias en el noroeste del país cometidos por miembros de Boko Haram.

Según testigos citados por el diario local The Punch, unos 50 hombres armados irrumpieron anoche en un convoy de vehículos y prendieron fuego a edificios públicos y viviendas de Chibok. Posteriormente, se dirigieron a la escuela local de enseñanza secundaria, donde capturaron a todas las estudiantes que pudieron y se las llevaron en un camión.

"Algunos profesores y estudiantes huyeron al verles, pero secuestraron a quienes se quedaron en la residencia", comentó el testigo Joseph Walama.

El pasado mes de febrero, este grupo ya atacó otra escuela de enseñanza secundaria en la localidad de Buni Yadi y mató a casi medio centenar de estudiantes. Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer la 'sharía' o ley islámica en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.

Este secuestro masivo de menores de edad se produjo horas después del atentado con bomba que este mismo lunes mató al menos a 71 personas en una de las principales estaciones de autobuses de Abuya, la capital del país. Las explosiones, que también hirieron a 124 personas y desataron el pánico entre los numerosos viajeros que abarrotaban el lugar, fueron vinculadas a Boko Haram por el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, si bien los integristas no se han atribuido aún el acto terrorista.

Numerosos ciudadanos acudieron este martes a diferentes hospitales de la ciudad con el fin de donar sangre para los heridos a instancias del Gobierno, que hizo un llamamiento público para ayudar a las víctimas. El atentado fue condenado también por la presidenta de la Comisión de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, quien aseguró sentirse "profundamente conmocionada y consternada".

La escalada de violencia que vive el país desató en la mañana de este martes el caos en la Asamblea Nacional, situada en Abuya, que fue desalojada por un rumor de amenaza de bomba que finalmente no existió. Este mismo grupo causó el pasado domingo al menos 98 muertos en ataques a tres localidades también del estado de Borno.

Pese a que Nigeria mantiene una ofensiva antiterrorista en los estados de Yobe, Borno y Adamawa, en el noreste del país (todos ellos bajo estado de excepción), los ataques integristas no cesan. Desde que la Policía acabó en 2009 con el líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3.000 muertos.

Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, socioeconómicas, religiosas y territoriales.

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