Había público para todos los gustos haciendo horas de cola desde la mañana del pasado domingo, mucho antes  de las 16.00 h de ayer, momento en que comenzaron a venderse las entradas. Los primeros de la fila llevaban un día y medio instalados en la calle, con sillas, mantas y comida para aguantar la larga espera.

Después de los problemas con la venta de entradas para el concierto del 12 de octubre, cuando los cajeros de Ibercaja se bloquearon y las tiendas de discos agotaron sus billetes, ayer, los fans asumían cuantas esperas fueran necesarias para lograr un pase.

Un momento esperado

La justificación: hace ya once años del último concierto que dio el grupo, antes de su disolución definitiva, y los de Zaragoza son los dos únicos directos que darán los Héroes en España.

La cita con el grupo aragonés ha despertado a los fans nostálgicos de sus inicios y también sugestiona a los más jóvenes, por ver en directo a quienes escuchaban sus hermanos mayores.

Esto explica las aglomeraciones de ayer en los puntos de venta zaragozanos, con colas que daban la vuelta por manzanas enteras.

Los compradores de entradas se habían organizado en grupos, e iban cubriendo turnos para no perder la vez en la cola, algunos de ellos porque «me ha llamado mi hijo para que me quedara en la fila y le ayudara comprar una entrada».