Agentes de la Guardia Civil de Zamora han hallado en cotos de la provincia nueve aves rapaces y un córvido muertos por la acción de cebos envenenados.

Se trata, en concreto, de un águila real, siete milanos reales, un de aguilucho lagunero y un cuervo, además de haber descubierto trozos de carne impregnados con veneno.

Según han explicado desde la Comandancia en una nota de prensa recogida por Europa Press, el 12 de marzo, gracias a la colaboración ciudadana, la Guardia Civil de Zamora localizó el cadáver de un ejemplar de águila real (Aquila chrysaetos) en el término municipal de Torres de Carrizal.

A raíz de ello se implementaron los servicios correspondientes para una primera inspección en el entorno con la finalidad de comprobar si existía algún otro cadáver de animal, lo que podría sugerir que pudiera haber sucedido un proceso de envenenamiento en la zona.

Fruto de esta inspección, realizada por agentes de Seprona, se descubrió un ejemplar de milano real (Milvus milvus) y otro de cuervo (Corvus corax) lo que confirmaba la posibilidad del proceso de envenenamiento.

La Guardia Civil realizó otro rastreo en el que participó, además del Seprona, una Unidad altamente especializada perteneciente al Servicio Cinológico, con sede en El Pardo (Madrid), con perros entrenados para detectar los distintos tipos de sustancias tóxicas que son utilizadas para aplicar a carnes y otros alimentos, para convertirlos en cebos envenenados.

Más rastreos

Los rastreos prosiguieron y los pasados 18 y 19 de marzo los perros Tieter y Laija, acompañados de sus respectivos guías, participaron en las tareas de búsqueda y se pudieron localizar varios trozos de carne (conejo) impregnados de veneno; cuatro milanos reales, y un aguilucho lagunero (Circus aeruginosus).

La última de las inspecciones realizadas por la Guardia Civil de Zamora fue 24 de marzo y se encontraron dos cadáveres de milano real próximos a la zona afectada (perteneciente a Torres de Carrizal), pero en el término municipal de Benegiles.

Una vez recogidos los cadáveres fueron entregados en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Villaralbo, con el objeto de practicarles una necropsia para determinar si el animal ha muerto por ingestión de sustancias tóxicas.

En caso positivo, las vísceras son enviadas al Laboratorio Forense de Vida Silvestre o Servicio de Criminalística de la Guardia Civil (ambos en Madrid) para determinar el tipo de producto que ha producido el envenenamiento.

Con relación a las especies que se entregaron en el CRAS de Villaralbo (Zamora), se confirmó la muerte por intoxicación.

Todas estas especies de rapaces se encuentran protegidas según lo establecido en la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad y la utilización de cebos envenenados para el control ilegal de especies está recogido como delito en el Código Penal.

La Guardia Civil continúa con las investigaciones al objeto de determinar la autoría de este hecho delictivo.