Un procesado por el 11-M en libertad condicional huye de un bar ante las amenazas de los clientes

  • Se trata de Sergio Álvarez, procesado por llevar presuntamente explosivos desde Asturias a Madrid.
  • Él declaró que pensaba que llevaba CD piratas.
  • Tras su declaración, tuvo que huir de un bar cuando su imagen declarando salió en televisión.
  • Siga el juicio del 11-M en el especial de 20minutos.es.

Los procesados por el 11-M que se encuentran en libertad condicional están sufriendo en sus carnes un efecto colateral por su presunta relación con la mayor masacre que ha sufrido España: el rechazo social.

Un buen ejemplo se produjo el pasado jueves día 1, día en el que declaró Sergio Álvarez, procesado por transportar -presuntamente- una bolsa con explosivos desde Asturias hasta Madrid por encargo de Trashorras.

CD piratas

Yo pensaba que lo que transportaba eran CD piratas

Aquel día, Álvarez reconoció ante el juez que, ante su necesidad de dinero, aceptó un encargo de José Emilio Suárez Trashorras. La tarea, según la declaración, no parecía nada del otro mundo: "Yo pensaba que lo que transportaba eran CD piratas", afirmó Álvarez, quien asegura que por todo pago recibió "dos cachos de hachís que me fumé con mis amigos".

Sin embargo, y con independencia de sus palabras, su imagen ya había dado la vuelta al mundo.

Televisión sin volumen

No consciente de esto, y aprovechando su situación de libertad condicional -que de momento sólo le obliga a acudir a la vista completa-, acudió a un bar cercano a la Audiencia Nacional a comer -como cada día desde el inicio del juicio el pasado 15 de febrero, según cuenta El País-.

Tras pedirse un sándwich, levantó la mirada hacia la televisión sin volumen del local y allí estaba él, sentado en el banquillo de los procesados.

Del silencio al insulto

Tuvo que salir corriendo porque estaban dispuestos a agredirle

En ese momento, todas las miradas de los presentes en el bar se focalizaron en su persona. A renglón seguido, las miradas se convirtieron en letales, y el silencio, en insultos.

"Tuvo que salir corriendo porque estaban dispuestos a agredirle", aseguran fuentes cercanas al procesado, mencionadas por El País.

Desde ese momento, Álvarez ha pedido permiso al juez Gómez Bermúdez para comer en el edificio de la Audiencia.

Siga el juicio del 11-M en el especial de 20minutos.es.

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