Un juez vuelve a dar la razón a la enferma de cáncer que quiere ver a su "hija" antes de morir

Núria Pijoan, enferma de cáncer terminal, ojea un álbum de fotos en el que aparece su hija, a la que su excompañero no le permite ver desde que se separaron, en 2012.
Núria Pijoan, enferma de cáncer terminal, ojea un álbum de fotos en el que aparece su hija, a la que su excompañero no le permite ver desde que se separaron, en 2012.
HUGO FERNÁNDEZ
Núria Pijoan, enferma de cáncer terminal, ojea un álbum de fotos en el que aparece su hija, a la que su excompañero no le permite ver desde que se separaron, en 2012.

Una nueva resolución judicial ha vuelto a dar la razón a Núria Pijoan, la mujer con cáncer terminal que hace unos días lanzó un ruego público para poder ver a Mariona, una niña que considera su "hija", antes de que la enfermedad acabe con su vida. Según ha informado este lunes en un comunicado su abogada, Marisa Fernández, ahora reclama "a la autoridad judicial que ponga en marcha, sin demora, todos los mecanismos legales pertinentes para restituir a Núria la tutela judicial vulnerada".

Con fecha del 21 de marzo, el juzgado de familia número 15 de Barcelona notificó "la sentencia que otorga a Núria Pijoan un régimen de visitas de una hora los sábados o los domingos en el Punto de Encuentro más próximo al domicilio de la niña". Además, este régimen de visitas se puede "ampliar en función de los informes" que así lo aconsejen desde el Punto de Encuentro. Según la abogada, se reafirma así la resolución judicial que se adoptó en la interlocutoria del 27 de marzo de 2013, cuando ya se estableció el derecho de Núria a ver a Mariona al considerarla una figura "allegada".

La niña, fruto de un vientre de alquiler y que no pudo ser adoptada legalmente por Núria a tiempo, ya que se separó antes del padre, no ha visto a Pijoan, porque, según la abogada, su progenitor "ha venido incumpliendo reiteradamente" las resoluciones que establecían el régimen de visitas.

Informes del Punto de Encuentro

"Única y exclusivamente pedimos que se cumplan las resoluciones judiciales y que Núria pueda ver a Mariona", detalla la letrada Marisa Fernández en su comunicado, antes de remarcar que "la desobediencia de las resoluciones judiciales es un delito previsto y penado en el artículo 556 del Código Penal". Además, "la Ley de Enjuiciamiento Civil prevé constreñimiento y multas cercitivas para quien no cumplan las sentencias".

La abogada de Pijoan ha recordado que incluso el Punto de Encuentro "ha presentado informes comunicando al juzgado que las visitas no se llevaban a cabo porque el padre no llevaba a la niña". "Un año después, el derecho de Mariona y de Núria a relacionarse no se ha hecho efectivo", ha denunciado. Por todo ello, reclaman a "la autoridad judicial" que haga cumplir la setencia "sin demora", puesto que Núria está en fase terminal.

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