Anuncia su entrada en las habitaciones haciendo repicar los tacones. Luego, cruza la sala con la barbilla alta y la espalda rectísima. Ningún cabello de la melena está fuera de su sitio. Sus amigos dicen que es "divina". Mónica Naranjo, además, es simpática y sabe hacer reír a su interlocutor.

Ha debutado como presentadora en A bailar!. ¿Cómo se ha visto?

Bien, me he sentido cómoda. Me gusta iniciar nuevos proyectos y la televisión me da buen rollito. Me relajo más en un plató que sobre un escenario.

¿No le pesa la responsabilidad?

No me pongo metas. Me he dado cuenta de que la vida es jugar. Si me lo tomo de esa manera, la responsabilidad se lleva mejor. El fracaso está cuando uno da importancia a todo.

¿Cómo afronta las críticas?

Por lo general no suelo mirarlas, ¿por qué hay que verlas? Si hay algo que no estás haciendo bien en tu trabajo, debes cambiarlo sin que haga falta que te pongan a parir. De todas formas, reconozco que tras la emisión de la primera entrega de A bailar!, he recibido muchas felicitaciones por parte del público, de compañeros de televisión y de medios de comunicación. Aprovecho para agradecerlas. No me esperaba una acogida tan buena.

Ha prometido "pulir" algunas cosas. ¿En qué cojea?

¡Uy! Queda muchísimo: posiciones delante de cámara, trabajar mejor la dicción y sobre todo... ¡controlar los nervios!

¿Hubiera acudido a un plató con su marido, como hacen los concursantes de A bailar!?

Uff, el problema es que mi marido es vasco y ahí no hay tu tía. Me diría: "No mames". Y de ahí no le íbamos a sacar.

Usted tiene pinta de bailona.

Soy una patosa pero tengo mucho arte para parecer que controlo. Aunque, que conste, que he sido muy discotequera y me encantaba el chunda chunda. Con los años una se va acomodando. Cuando te dedicas a la música dejas de cantar en la ducha, de bailar porque sí. Siempre he separado el trabajo de la casa, tal vez por los hijos.

Se está especializando en talent-shows...

Me encanta A bailar! porque me parece un programa como el de Tu cara me suena: blando y blanco, para toda la familia, muy cariñoso. Siempre voy a los platós de las televisiones sanas. Los que son padres como yo seguro que en algún momento han tenido que apagar la tele si estaban con sus hijos. Hay mucha televisión que contamina. Y es una pena, originalmente la tele es un medio cultural.

Compagina dos programas. Está usted hasta arriba...

A pesar de las jornadas interminables en Tu cara me suena, que a veces van de 11.00 a 1.00, me lo paso tan bien allí que no me doy cuenta del cansancio. Lo noto el fin de semana, el sábado no hay sofá que pueda aguantar mi peso. Y eso que al principio comentábamos Santiago Segura y yo que el programa no tenía buena pinta. Pues mira..

Ese programa mostró una Mónica Naranjo más gamberra.  ¿Un logro del espacio?

La televisión me ha ayudado a sacar esos rasgos que no mostraba públicamente, pero gamberra he nacido.

¿Qué consejos le han dado sus amigos para su primer trabajo como presentadora?

Me han dado muchos. Pero al final lo que te dicen los colegas es: "Tía, no te comas la olla, sé tú misma que tú eres divina".

Un titular la acusa de haber cargado contra Eurovisión.

Ya lo he dejado muy claro en mi Twitter: es una pena que entrevistas tan bonitas y fidedignas como las que me hicieron Supertele, TP o La Vanguardia sean parcialmente fraccionadas por terceros con el fin de buscar un titular atractivo. Flaco favor les hacen a sus compañeros y lectores.

Nació en Figueras (Girona) hace 39 años. Lanzó su primer disco, homónimo, en México en 1994. Su gran éxito en España tendría que esperar hasta 1997, y a temas como Desátame. En los últimos años, ha sido jurado del programa Tu cara me suena y ahora debuta como presentadora en A bailar!.