Sagrario Mateo: "Hay que invertir en frenar el maltrato psicológico y educar a los niños en igualdad"

La presidenta y fundadora de la Asociación Pro Derechos de la Mujer Maltratada (APRODEMM).
La presidenta y fundadora de la Asociación Pro Derechos de la Mujer Maltratada (APRODEMM).
JORGE PARÍS
La presidenta y fundadora de la Asociación Pro Derechos de la Mujer Maltratada (APRODEMM).

Sagrario Mateo fue una mujer maltratada. Un caso típico, le costó mucho reconocerlo, darse cuenta de que el padre de sus dos hijos pequeños, su primer amor con el que estaba desde los quince años, la estaba maltratando.

Cuando hace diez años al fin dio el paso de dejar a su maltratador, tuvo la suerte de contar con la ayuda de su familia y apoyo psicológico. Pero, mientras se recuperaba, se dio cuenta de que en Navarra no existía ninguna asociación que prestara ayuda a las mujeres en su situación, así que en enero de 2006 creó con otras cinco mujeres la Asociación Pro Derechos de la Mujer Maltratada (APRODEMM). 

De aquel grupo inicial solo sigue ella al pie del cañón en esta asociación, en la que un grupo de voluntarios prestan ayuda psicológica, jurídica, administrativa y policial a mujeres maltratadas. En APRODEMM las acompañan en los juicios, consiguen ropa, calzado, juguetes y libros para sus hijos, hacen terapia de grupo y charlas por los institutos para prevenir la violencia de género.

Sagrario es la ganadora del concurso organizado por Oxfam Intermon en el que se han estado buscando Avanzadoras en España. Una avanzadora es una mujer que hace valer sus derechos y desafía las injusticias en todo el mundo ayudando a que la sociedad avance. A este concurso se han presentado más de un centenar de candidaturas. Un jurado compuesto por Sole Giménez, Lucila Rodríguez-Alarcón (directora de comunicación de Oxfam Intermón) y Virginia Pérez Alonso (vicedirectora de 20minutos) han elegido a la ganadora, que ha recibido este viernes un homenaje por su labor en un acto enmarcado en las celebraciones del Día Internacional de la Mujer.

¿A cuántas mujeres habéis prestado ayuda?

Acabo de atender a la última, la que hace el número 596 personas desde que empezamos en el año 2006.

¿Quiénes forman APRODEMM y qué es lo que hacéis?

En APRODEMM tenemos banco de alimentos, damos clases de defensa personal, ropa, calzado, juguetes, libros, ayuda emocional, terapias de grupo...  Hacemos comidas dos veces al mes y alguna excursión. Nos movemos bastante. Muchos de los voluntarios son personas que antes han venido buscando ayuda. Y colaboran de forma voluntaria un policía formado en violencia de género, psicólogas y abogados.

Yo me dedico en cuerpo y alma a la asociación.  Cuando hay dinero cobro y cuando no, no cobro. Es una situación muy complicada, no te puedes hacer una idea. Y ahora estamos en una situación muy difícil. Las instituciones van recortando las partidas. Y cobramos 80 euros anuales a los socios que casi nadie paga ni se lo exigimos, que bastante tienen con salir adelante. Este año estamos también dedicados a sacar fondos de dónde sea. Lo último que quiero es tener que cerrar. Espero que no suceda porque soy muy luchadora y moriré con las botas puestas, pero no sé si tendremos que hacerlo si las cosas siguen así.

¿Cómo os dáis a conocer para que las mujeres puedan acudir a vosotros buscando ayuda?

Pamplona en realidad es una ciudad pequeña. Dejamos folletos en centros de salud, juzgados... Algunos psiquiatras y psicólogos también nos mandan mujeres. Y muchas mujeres nos llegan por la página web, cuando buscan ayuda en Internet.

Aún recuerdo cuando, al principio, estaba en una sala esperando que llegaran mujeres. Pronto nos encontramos con problemas de espacio, pero hablé con todos los grupos políticos del ayuntamiento de Burlada para que nos ayudaran y nos cedieron un local muy grande en el antiguo ayuntamiento de Burlada. Estamos muy agradecidas porque nos permite llevar a cabo todas nuestras actividades. Y Burlada está a dos kilómetros de Pamplona, se puede ir andando.

¿En qué nuevos proyectos está trabajando la asociación? Tal vez con mantener las líneas de trabajo actuales ya te das por contenta.

A mí me gustaría avanzar. Veo que cada vez se necesitan más cosas. Hemos ido poquito a poquito, como las hormiguitas y hemos conseguido mucho, pero aún hay mucho por hacer. Ahora, por ejemplo, estoy yendo a dar charlas en los institutos a chicos a partir de 11 años para la sensibilizacion y prevención de la violencia de género. Es fundamental que la población joven esté educada en valores, sepa resolver pacíficamente conflictos, que nada se soluciona con insultos ni peleas, que las palabras pueden hacer mucho daño. Creo que dar esas herramientas, esas pautas para no entrar en relaciones de dominio-sumisión es esencial en institutos y universidades.Voy por toda Navarra y los chicos y chicas colaboran, muestran interés y hacen muchas preguntas. Yo también se las hago a ellos, les pregunto si sabrían identificar situaciones de maltrato. El maltrato es una palabra muy fea, pero intento ver la parte positiva dentro de lo negativo y quitar hierro al asunto en la charla.

Sus hijos ahora serán mayores. ¿Ayudan en la asociación?

Mi hija tiene 19 y mi hijo 15. Ellos están totalmente al margen. Cuando me fui nunca les hablé de su padre, ni bien ni mal. Bien no lo hice porque no me salía y mal no porque era su padre y es lo que me aconsejaron las psicólogas. Me dijeron que no entrara al trapo cuando volvían muy tocados de haber estado con el padre diciendo que yo era la mala, y ha sido el consejo correcto. Ellos han crecido sin odio y dedicados a sus estudios.

En la web de APRODEMM se dice que también presta apoyo a hombres maltratados.

Sí, también damos apoyo a hombres. De 559 personas a las que hemos ayudado tenemos diez hombres que han dado el paso de venir y desahogarse con historias iguales que las nuestras. Nos cuentan que al principio todo iba muy bien, que luego esas chicas les pegaban, les empujaban, les decían que eran gordos, que no valían para nada, que en la cama tampoco. Acababan con la autoestima por los suelos, lo dejaban y volvían. En el caso de los hombres es sobre todo maltrato psicológico, pero también alguna vez físico.

¿Están en contacto con otras asociaciones semejantes?

Pues muy poco, y la verdad es que me gustaría mucho estar en contacto con otras asociaciones, estrechar más los lazos. Así podríamos compartir experiencias. Descubrir cosas que a mí no se me han ocurrido y dar ideas. Por la web hay gente que me llama desde Madrid, Tenerife o Cádiz a las que poco puedo ayudar. Y es una lástima. Sería genial establecer una red entre las asociaciones y estar conectadas. Así podría redirigir a esas mujeres a asociaciones locales.

En menos de 48 horas han muerto cuatro mujeres a manos de sus parejas. ¿Dónde crees que se debería poner el foco para frenarlo?

En el maltrato psicológico. Estamos cansadas de ver carteles con mujeres con el ojo morado y el labio sangrando. Solo cuatro se sienten identificadas con eso. Recalcaría más la detección del maltrato psicológico, que es algo de lo que muchas mujeres ni se enteran porque lo tienen aumido. El físico lo ve hasta un niño pequeño. Incidiría en eso mediante campañas de concienciación y hablando con los jóvenes.

También pediría que no dijeran constantemente "ve y denuncia". La gente no quiere denunciar.  No te puedes hacer una idea de lo duro que es denunciar a tu pareja en un juzgado, denunciar al hombre que has querido, al que en un momento dado también te ha hecho feliz,  con el que tienes un proyecto de futuro juntos, unos hijos, una hipoteca... Denunciar es muy duro. Tienes que estar muy preparada. Mucha gente nos dice "yo no quiero denunciar". La palabra denuncia echa para atrás a mucha gente.

¿Y entonces qué se les puede decir?

El mensaje que yo daría es "pon tierra de por medio. Y luego si estás fuerte psicológicamente, vale, denuncia".

Y hay que asegurarse de que denunciar funciona. Muchas de las pocas que denuncian me dicen "para qué lo habré hecho si no me dan la orden de alejamiento"  o "me ha dicho el juez o el policía que es una tontería, que no es para tanto". Si vas con un ojo morado es evidente, pero el maltrato psicológico no tanto y gente incompetente hay en todos lados. Ir a los juzgados da mucho miedo, si denuncias hoy hasta año y medio no sale el juicio, la familia de él se te tira encima... Muchas dicen que eso de denunciar es una mentira. No hay ayuda suficiente, al final la que te tienes que sacar las castañas eres tú misma. Te toca buscarte un abogado y contarle tu historia, irte a un psicólogo y contarle tu historia, ir al juez y contarle otra vez tu historia. La verdad es que es un fregado.

Muchas te dicen yo no quiero denunciar, yo quiero que venga alguien y le de un toque a mi marido, que le pongan un poco en su sitio para que me deje en paz. Creen que si va alguien de fuera a decirle "oye, te has pasado con esta chica", cambiará. Pero no va a cambiar nunca.

¿Nunca? ¿En ningún caso un hombre maltratador puede rehabilitarse?

Si ellos reconocen su error y quieren cambiar, sí pueden rehabilitarse. Pero tienen que darse las dos condiciones. Si no se dan o solo se da una no hay nada que hacer.

Conozco psicólogos que trabajan con maltratadores por sentencia firme,  que tienen que hacer el curso de rehabilitación porque les obliga el juez. Aún no hay estadística hecha del éxito de esa medida, pero los profesionales que yo conozco que trabajan con estos hombres por vía judicial me dicen que no hay manera, que ellos no reconocen nada, que insisten en que somos sus mujeres las que somos unas quejicas, unas exageradas, las que lo hacemos todo mal.

¿Entoces es mejor que se dediquen los recursos a otra cosa?

Yo, en principio creo que sí. A ver, que de mil maltratadores a los que intentas rehabilitar uno lo consigue, pues no te digo que no. Pero en general no es así. Creo que donde sí que hay que invertir es en educar a la población a partir de 11 y 12 años. Para que se traten de forma respetuosa, sin amenazas, sin golpes, sin insultos..

¿De tus 559 alguno lo ha logrado?

Ninguno.

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