«La gente lo denuncia todo, incluso arañazos, cuando antes se dejaba ‘enfriar’ el incidente, ahora se va a juicio», añaden las mismas fuentes. Los casos que llegan a los juzgados desde comisaría son de lo más variado: «Vecinos que acaban a golpes, un conductor que agrede a otro que le ha ‘robado’ el sitio para aparcar o chicos de 14 años que se han peleado tras un partido de fútbol».

Un año de proceso

Esta avalancha de casos no se resuelve siempre con la celeridad deseada, comenta el abogado Marcos Pascual: «Si es una falta hay sentencia en seis meses; si es delito, puede que en un año».

Las denuncias en comisaría van al Juzgado de Instrucción, que decide, como explica Pascual, «el tipo de infracción, atendiendo al parte médico que remite el hospital», al que están obligados a ir quienes presentan la denuncia, según el 091.

Si es falta –«cosas pequeñas: arañazos o hematomas», apunta Pascual–, el juicio se realiza sin necesidad de abogado y sólo se impondrán multas. Si es delito –«cuando requiere tratamiento y cosas más fuertes»– «siempre hay privación de libertad», apunta Pascual.

A los tribunales tras un puñetazo

«En agosto de 2006, una mendiga que había entrado en un edificio a pedir limosna, timbró a un piso y, sin mediar palabra, recibió un puñetazo del albañil que estaba en la casa y le abrió la puerta.». El caso, descrito por el 091, está en los tribunales después de pasar por comisaría.