Después de más de un año cerrado, el Palacio Episcopal de Málaga vuelve a abrir sus puertas el próximo martes 4 de marzo, como un nuevo espacio expositivo, Ars Málaga, que tendrá el arte africano y contemporáneo como protagonista de una colección permanente formada por más de 300 piezas.

Según ha señalado este jueves, durante el acto de presentación de la colección, el director del museo, Miguel Ángel Gamero, se trata de una de las colecciones de arte africano expuestas "más importantes a nivel internacional", que ha sido donada a la Diócesis de Málaga por el matrimonio madrileño Alonso-Arellano.

"Sus más de 300 piezas, algunas de principios de nuestra era, nos ayudarán a conocer la cultura de un continente desconocido para muchos", ha añadido.

Gamero, quien ha estado acompañado por el concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Málaga, Damián Caneda, ha afirmado que Ars Málaga pretende "buscar un espacio de encuentro entre la fe y la cultura". "Es una búsqueda del valor de todo lo trascendente a partir del lenguaje mismo del arte", ha explicado.

Así, ha destacado que la "original" colección con la que Ars Málaga comienza su andadura es "una muestra de arte africano en diálogo con el contemporáneo", cuya intención es ofrecer una mirada sobre las distintas culturas en África.

Esta exposición está ubicada en la planta baja del edificio, mientras que el piso superior del inmueble queda reservado para las muestras temporales, cuya programación está todavía por definir.

El director del nuevo espacio museístico ha explicado que muchos artistas buscaron en el arte étnico, y, especialmente, en el africano, motivos de inspiración, entre ellos Picasso, quien, según ha relatado Gamero, fue al museo etnológico de París y "se queda emocionado por esas culturas africanas".

De modo que, según ha expuesto, algunos de los cuadros más emblemáticos para el cubismo "tienen su fuente de inspiración" en este tipo de arte.

Por otro lado, ha recordado que el edificio del Palacio Episcopal acogió el museo diocesano y, después de ser rehabilitado por la Junta de Andalucía, estuvo acogiendo exposiciones temporales durante años. "Es un monumento emblemático de la ciudad, un continente excepcional y un espacio privilegiado", ha apostillado.

Por su parte, el concejal de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de la capital, Damián Caneda, ha subrayado que Ars Málaga viene a completar la oferta museística de Málaga, porque es "distinta", y ha considerado que "va a ser un éxito para la cultura y el turismo" en la capital.

Asimismo, ha celebrado que la ciudad recupere el Palacio Episcopal como espacio expositivo y que la iniciativa no se haya planteado como "el típico centro etnográfico", sino como un lugar en el que "se puede conocer la historia, ver la relación con oficios ancestrales muy importantes en la cultura africana, en su forma de entender la religión", entre otras cosas. "Málaga tiene África muy cerca pero muy lejos en su conocimiento de lo que es el mundo y el arte africano", ha afirmado.

Cinco salas

La exposición está articulada en cinco salas en torno al patio, con un itinerario autoguiado. Así, en la primera de ellas, denominada 'Origen', se muestra como un recorrido arqueológico por las grandes civilizaciones africanas —ya desaparecidas pero de las que quedan vestigios materiales— en el que las distintas obras, junto a la pintura contemporánea expuesta sugieren los primeros momentos de la creación.

'Del ídolo a la divinidad. Altares y fetiches', muestra en la segunda sala los primeros estadios de la religiosidad africana hasta conocer el Evangelio de manos misioneras, reflexionando sobre el fenómeno de la inculturación del cristianismo.

Las salas 3 y 4 acogen la parte más llamativa de la exposición, según ha explicado Gamero, a través de la paleomoneda africana, un conjunto de esculturas en hierro hechas a mano. Así, se aborda la figura mítica del herrero, héroe civilizador y maestro en la utilización del fuego en la transformación de los metales.

En homenaje al herrero, domina la sala una gran obra de Anthony Caro. Del hierro se pasa al bronce con una muestra de vaciados, obras únicas obtenidas mediante la técnica de la cera perdida, en la que los africanos son grandes maestros.

La última de las salas, 'Arte en movimiento. Danza y música en África', introduce al visitante en el vibrante mundo de las ceremonias africanas, utilizando recursos para crear una atmósfera de vivas sensaciones.

Arte contemporáneo

La exposición completa el discurso africano con piezas de arte contemporáneo. La mayoría de ellas de artistas españoles como Oleaga, Luciano Díaz-Castilla, Magda Bolumar, Xavier Franquesa Llopart, Carlos Cuenllas, Joseba Eskubi. Excepto la obra del británico Anthony Caro, una escultura de forja que convive y se enfrenta a la moneda africana.

Estas y otras culturas africanas llamaron la atención de los artistas de principios del siglo XX, movimientos que se conocen como las vanguardias. Los primeros colonizadores de este continente comenzaron a traer objetos que llamaban "exóticos" a Europa, y artistas como Picasso y muchos otros empezaron a coleccionarlos, por lo que sus formas y sus estilos tuvieron gran influencia en sus obras posteriores.