La ministra de Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, ha instado al Gobierno de Venezuela a "abstenerse" de acusar al ex presidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) de la ola de violencia que se ha desatado en el país.

Holguín ha reaccionado a las declaraciones realizadas ayer por su homólogo venezolano, Elías Jaua, contra Uribe. "Es el jefe de la agresión contra Venezuela, es un asesino, un 'paraco'", dijo en una rueda de prensa.

"Cuando uno oye esas expresiones desafortunadas del canciller Jaua llega un momento en que uno sí debe pedirle que se abstenga de expresarse de esa manera contra Uribe", ha indicado este miércoles Holguín en una entrevista concedida a Blu Radio.

Además, la jefa de la diplomacia colombiana ha recomendado a las autoridades venezolanas que, "en caso de que tengan pruebas contra él o contra alguien, que utilicen las vías judiciales" para hacer las acusaciones pertinentes.

Holguín ha revelado que no es la primera vez que Colombia pide a Venezuela que cese los ataques contra el ex mandatario, aunque ha explicado que hasta ahora se había hecho "en privado".

"Le he pedido al embajador (colombiano en Caracas), Luis Eladio Pérez, que hable con ese Gobierno y reitere nuestro mensaje", ha anunciado, aclarando que, de momento, Bogotá no emitirá una nota de protesta para Caracas.

El partido político de Uribe, Centro Democrático, ha celebrado las palabras de Holguín, pero ha considerado que "la posición oficial de Colombia debe ser enunciada por los canales adecuados sin ambages ni subterfugios".

"La gravedad de lo dicho por funcionarios venezolanos de tal jerarquía contra Uribe exige que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fije con firmeza una posición de Estado en defensa de la dignidad presidencial y la soberanía nacional", ha subrayado.

Desde que comenzó la ola de violencia en Venezuela, el pasado 12 de febrero, el Gobierno de Nicolás Maduro ha acusado en varias ocasiones a Uribe de orquestar las protestas opositoras que han llevado a unos enfrentamientos que ya se han cobrado la vida de 17 personas.