Doña Sofía inauguró el lunes una Conferencia Internacional en la que el BBVA presentó oficialmente su recientemente creada Fundación para las Microfinanzas, con una dotación de doscientos millones de euros destinados a América Latina.

Asistió al acto el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, quien se refirió al ciclo económico de bonanza que vive esa región del planeta, con un crecimiento en los tres últimos años superior al 5%, pese a lo cual persisten los grandes déficit sociales, con más de doscientos millones de pobres.

La Reina felicitó al BBVA por su "feliz" iniciativa, a la que deseó mucho éxito, y destacó que la importante dotación económica con la que arranca el proyecto garantizará un "positivo resultado". "Cuentan con mi apoyo incondicional en esta ilusionante tarea", dijo la Reina, entusiasta defensora desde hace años de esa iniciativa solidaria que son los microcréditos, creados por el bangladesí Mohamed Yunus, buen amigo de doña Sofía y último Premio Nobel de la Paz.

Es la primera vez que un grupo bancario internacional, destacó Francisco González, presidente del BBVA, entra de lleno en el sector de los microcréditos con inversiones directas de una fundación sin ánimo de lucro. Los doscientos millones de euros pretenden acercar el crédito a las capas más desfavorecidas, y especialmente a las mujeres, principales destinatarias de los microcréditos, y respaldar el desarrollo de la sociedad en los países latinoamericanos.

El importe medio se sitúa entre los 500 y los 1.000 dólares. "La fase de crecimiento económico de amplitud y duración sin precedentes en la Historia -recalcó González-, unida a la revolución tecnológica y al fuerte empuje de los países emergentes, dibujan una importante mejoría de las condiciones humanas, aunque la distribución de esas mejoras ha sido desigual".

Según el presidente del BBVA hay capacidad tecnológica para lograr que las desigualdades económicas del mundo se corrijan, tarea que corresponde a todos los agentes sociales, no sólo a los poderes públicos. "Queremos -dijo- pasar de un banco de clientes a uno de personas".

En los últimos cuatro años el BBVA ha doblado sus recursos para acción social, que en 2006 supusieron 56 millones de euros, de los cuales 15,4 tuvieron como destino América Latina. Enrique Iglesias habló de la necesidad de hacer una "revolución microeconómica" en dicho continente, mejorando la productividad de sus pequeñas y medianas empresas, y en ese proceso los microcréditos "pueden jugar un papel muy importante".

"Con un entorno macroeconómico estable y sostenible en el tiempo -afirmó el secretario general Iberoamericano- y condiciones de precios relativos y demanda favorables, las políticas relevantes para alargar el actual ciclo de la bonanza son políticas de naturaleza microeconómica", que incrementen la cohesión social y contribuyan a combatir la pobreza. Iglesias destacó la importancia de democratizar el crédito, todavía escaso en América Latina, y dijo que es necesaria una oferta de servicios financieros "de calidad dirigida a todos y de una población educada con capacidad para beneficiarse de la misma".

La Secretaría General Iberoamericana, informó su titular, promueve actualmente una iniciativa para aumentar la productividad de las pequeñas y medianas empresas a través de los programas de responsabilidad social corporativa de grandes compañías