El euskera causa estragos entre los escolares vascos

Es la materia más suspendida en primaria. La ‘pencan’ el 14% de los niños.
El 90% en este ciclo estudia en lengua vasca pero en casa habla castellano.
A muchos niños se les atraganta el euskera. Es la asignatura más suspendida entre los escolares vascos de 6 a 12 años. Actualmente, el 14% de los alumnos de quinto y sexto de primaria (11 y 12 años) la pencan.

El porqué es sencillo: sólo el 21,5% de los vascos reside en una familia donde se habla euskera, según datos del Eustat. La ausencia de esta lengua en casa choca en los primeros cursos, donde apenas existe el castellano.

En primaria, nueve de cada diez niños estudian en lengua vasca. El 57,6% de los niños está en modelo D (todo euskera) y el 30,9% en modelo B (un par de asignaturas en castellano). El 11,5% restante da clase íntegramente en castellano (modelo A).

Así, el 14% de los niños de 11 a 12 años pencan euskera. Tampoco superan la materia el 12% de los pequeños entre 8 y 10 años, ni el 11% en la franja de 6 a 8 años.

Tras la clase de euskera, lo más difícil para los niños es inglés y matemáticas. Esas tres asignaturas son las principales culpables de un hecho sorprendente: uno de cada cinco niños de quinto y sexto de primaria pasa de curso con una o más asignaturas suspendidas. Los suspensos no dan tregua ni a los más pequeños.

No obstante, el fantasma del fracaso escolar aún no se presenta por los pupitres infantiles. En primaria sólo repiten un 3% de los alumnos. A los niños les encanta pintar y jugar; Dibujo y Gimnasia son las materias con mejores resultados.

Claro que una vez se aprende el idioma, los escolares empiezan a tener otros problemas. En la ESO (de 12 a 16 años) la asignatura más pencada es matemáticas. No pueden con ella uno de cada cuatro estudiantes. En cuarto de ESO, el dominio del euskera es ya generalizado y sólo a uno de cada diez alumnos se le atraganta.

«Temo que se quede atrás»

«El otro día el niño tenía unos deberes en los que debía señalar los vértices de unas figuras. Pues nada, que no fuimos capaces de entender qué había que hacer». La preocupación es de Piedad García, que es madre de Román Moroso, un niño de 7 años que estudia en Zorroza íntegramente en euskera. Su familia no entiende ni pío de lengua vasca. Piedad cuenta que Román se apura cuando no logra entender nada. El año pasado el niño pidió ir a un cole en castellano, pero ya se le ha pasado. Los padres notan que cada vez domina mejor la lengua. Y otra ventaja: «Como no le podemos ayudar, ha aprendido a hacer solo los deberes».

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