Ocho personas se enfrentan a entre 3 y 11 años de cárcel por explotar sexualmente a compatriotas a las que hacían vudú

Ocho personas de nacionalidad nigeriana se enfrentan a penas de entre tres y 11 años de cárcel por explotar sexualmente a varias compatriotas en Valencia a las que previamente sometían a un rito de vudú para atemorizarlas. El juicio por estos hechos estaba previsto para este lunes, pero finalmente se ha suspendido hasta el 3 de marzo porque no se había podido localizar a tres de los acusados.

Ocho personas de nacionalidad nigeriana se enfrentan a penas de entre tres y 11 años de cárcel por explotar sexualmente a varias compatriotas en Valencia a las que previamente sometían a un rito de vudú para atemorizarlas. El juicio por estos hechos estaba previsto para este lunes, pero finalmente se ha suspendido hasta el 3 de marzo porque no se había podido localizar a tres de los acusados.

El fiscal acusa a estas ocho personas de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, de prostitución coactiva, de trato de seres humanos y de agresión sexual. La pena más baja que solicita es de tres años, y la máxima de 11, dependiendo del grado de participación de cada acusado en los hechos, según consta en el escrito de calificación provisional.

Las víctimas estaban en una situación económica precaria en su país, Nigeria, y se les ofrecía un trabajo en España —sin especificar cuál— para poder sobrevivir y enviar dinero a sus familias. Una vez en España, les trasladaban a varios pisos de Valencia donde les obligaban a ejercer la prostitución hasta que abonasen la deuda que habían contraído por el viaje, que era de unos 50.000 euros.

Previamente a ello, las víctimas eran sometidas a un rito de vudú para atemorizarlas, y eran retenidas en pisos y estaban obligadas a entregar la recaudación semanal por los servicios sexuales que prestaban.

La calificación fiscal recoge el testimonio de un testigo protegido, de nacionalidad nigeriana, que explica que a través de una compatriota se vino a España para trabajar. Le comentaron que ellos se encargaban de la documentación y de los gastos de viaje que debería devolver, pero no le especificaron en ese momento en que consistía el empleo.

Así, en verano de 2006 se pusieron en contacto con ella, le sometieron a un rito de vudú para atemorizarla y una vez en Valencia fue trasladada hasta un piso, donde se le explicó que su trabajo era la prostitución. También se le indicó que debía comenzar esa misma tarde y que había contraído una deuda de 50.000 euros por el viaje. Y bajo las amenazas a su familia, accedió.

A esta víctima se le registró cuando llegó al domicilio y se le recriminaba cuando se estimaba que había sido escasa la recaudación. Nunca salía sola de la vivienda, y una vez que lo hizo fue agredida y multada con 200 euros. Al final, en el año 2011 logró escapar de otro piso en el que había sido trasladada.

Así mismo, la calificación del ministerio público recoge el relato de otra víctima, a quien también se le ofreció trabajar en España y una vez en Valencia se le indicó que debía prostituirse. En ese momento se le explicó que su horario sería desde las 15 horas hasta las 10 horas del día siguiente y que todo el dinero que obtuviera sería para pagar su deuda de 50.000 euros.

Una menor

Una de las procesadas, tal y como recoge el mismo escrito fiscal, fue sorprendida con una menor de 17 años, quien fue captada por el mismo método y también fue sometida a un ritual de vudú. Se le comunicó que había contraído una deuda de 48.000 euros con la supuesta trama.

Uno de los días en que estaba en casa junto a uno de los acusados, éste, aprovechando que su esposa no estaba, la invitó a sentarse con él en el salón, luego la agarró fuertemente y comenzó a tocarle por todo el cuerpo hasta que ésta pudo escapar cuando llegó la mujer.

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