El bombeo del combustible que está en los depósitos de la proa del carguero vizcaíno 'Luno', encallada en la playa francesa de Anglet, tuvo que aplazarse hasta este sábado cuando baje la marea, sin que se pudiera este viernes extraer el fuel.

"No ha habido bombeo" de carburante porque "la cuba está llena a tope" y, de haberse abierto, se habría vertido el carburante a causa de la inclinación de la proa, explicó el portavoz de la Prefectura Marítima del Atlántico, el capitán Lionel Delort.

Una vez descartada la opción de sacar el fuel por la tapa, se ha optado por utilizar una manguera perforadora que debe permitir el bombeo sin que haya pérdidas, pero esta tarde ya no había tiempo para poner en marcha el dispositivo porque la marea ya había subido, precisó Delort.

Aunque había una nueva oportunidad de marea baja de madrugada, se ha preferido esperar y realizar la operación de día cuando el nivel del mar vuelva a bajar, hacia las 13.00-14.00 horas de este sábado (12.00-13.00 GMT), añadió.

Los técnicos de la empresa holandesa Smit Salvage, contratada por el armador, Naviera Murueta, son los que han hecho este viernes el intento y se encargarán este sábado de nuevo de las operaciones.

Según las estimaciones que hicieron este jueves los expertos de lucha contra la contaminación de la Prefectura Marítima del Atlántico, en las cubas de la proa quedan entre 60 y 80 toneladas de carburante del total de 127 que llevaba el 'Luno' cuando naufragó a la entrada del puerto de Bayona, el miércoles pasado.

El barco se partió en tres y la popa se encuentra en la punta del dique, al sur de la bocana del puerto de Bayona, contra el que se fracturó.

Por otra parte, la fiscal encargada de la investigación judicial del siniestro, Anne Kayanakis, informó de que las primeras indagaciones eximen a los once miembros de la tripulación del carguero español de responsabilidades penales.

"No ha habido faltas de los miembros de la tripulación ni acciones contrarias al derecho marítimo", subrayó Kayanakis tras el interrogatorio de los once marineros por los gendarmes de la Brigada Marítima.

Kayanakis insistió en que las declaraciones de los once son coincidentes y "no dejan suponer faltas" en su actuación el pasado miércoles, cuando se produjo el naufragio en el que el buque español se partió en tres.