Los agentes de los Mossos d'Esquadra que este miércoles registraron el centro okupado Can Vies del barrio de Sants de Barcelona por su supuesta vinculación con un ataque a ultras el 12 de octubre requisaron palos de banderas, de la colla bastonera -utilizados para el baile de bastones-, pistolas de plástico, una lanza y una carretilla, entre otros objetos.

Así lo ha explicado este jueves el abogado de Can Vies, Eduardo Cáliz, que ha asegurado que todo lo que se han llevado "son objetos comunes y legales que todo el mundo puede tener perfectamente en casa".

"Entendemos que casi seis meses después de que se haya producido este supuesto ataque no tiene ningún tipo de sentido este registro", ha criticado el abogado, que ha valorado la entrada de los mossos como un intento de criminalizar al centro social.

Durante el registro de más de diez horas en Can Vies, los Mossos mantuvieron retenidas a siete personas que dormían en el centro y que "nada tienen que ver con este procedimiento", ha lamentado el abogado.

La titular del Juzgado de Instrucción 19 de Barcelona justificó en el auto la entrada y registro porque sostiene que allí se "preparó" el ataque por parte de antifascistas a un grupo de ultraderecha tras una manifestación convocada por La España en Marcha en Montjuïc por el Día de la Hispanidad.

Dentro de esta causa, el martes habían sido detenidas seis personas —que pasarán este viernes a disposición judicial— que presuntamente formaban parte de un grupo de 15 que armadas con barras, cadenas, piedras y objetos contundentes "atacaron de forma sorpresiva a un grupo de ocho personas" que tras acudir a la manifestación ultra estaban tomando algo en una bar de la calle Farell.

Para la juez, la motivación ideológica del ataque fue "evidente" porque los autores llevaban signos de su ideología y los agresores gritaron 'fachas de mierda, os vamos a matar' y otros insultos similares.