El alcalde de Ourense avisa a los díscolos de que "nadie puede ir por su cuenta" y les pide que asistan a las reuniones

Reitera que apartó a Penín por "pérdida de confianza" y sostiene que "eso no tiene marcha atrás", aunque "la vida da muchas vueltas"
Agustín Fernández
Agustín Fernández
ROSA VEIGA
Agustín Fernández

El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, ha advertido este miércoles a los cinco concejales díscolos de que "nadie puede ir por su cuenta", de modo que les ha pedido que, en adelante, asistan a las reuniones del grupo municipal. "Es momento de reconducir la discrepancia fuerte que hay", ha incidido.

En declaraciones a los medios, tras presentar el rodaje de la película 'A Esmorga', basada en la obra del mismo título de Eduardo Blanco Amor, el regidor ourensano ha alegado que esas reuniones son "del gobierno" local y sirven para dirigir y coordinar la acción pública de los socialistas.

En este sentido, después de asegurar que no duda del trabajo desarrollado por todos sus concejales, sí ha hecho hincapié en que deben "cumplir con la asistencia" a las mencionadas reuniones. "Todos somos conscientes de las obligaciones que tenemos que cumplir y nadie puede ir por su cuenta en esto", ha apostillado Fernández.

En todo caso, ha declinado marcar plazos, toda vez que ya "se están dando pasos" y "el camino está marcado" por directrices de la propia dirección del partido. "Se están dando pasos y el camino está marcado, así que sólo depende de su responsabilidad, de saber lo que tienen que hacer", ha explicitado.

"respeto" por su eventual expediente

En cambio, ha marcado como horizonte para "apartar" de la Junta de Gobierno a las dos concejalas críticas que así lo solicitaron, Susana Bayo y María Devesa, esta misma semana. A continuación, remodelará su gobierno y asignará competencias a Juana Ageitos, que sustituyó a José Carlos Martínez Pedrayo cuando, hace dos meses, renunció a su acta.

Preguntado por la amenaza de la dirección provincial de su partido de expedientarle, ha mostrado su "respeto" por las decisiones orgánicas y, en caso de que así ocurra, presentará las alegaciones que considere pertinentes. "Pero eso es del ámbito interno, igual que el ya abierto a Carmen Rodríguez", ha añadido, en alusión a la líder local.

"irrelevante y accesorio"

Por otra parte, acerca de una moción que el PP llevará a pleno para intentar conocer qué decisiones toma la junta de gobierno local sin consenso, como refirieron en su escrito de renuncia Susana Bayo y María Devesa, el alcalde le ha restado importancia.

Así, ha vuelto a explicar que de los más de 20.000 asuntos tratados, "habrá cuatro o cinco que no acabaron con consenso", de modo que ha concluido que "esa apreciación es irrelevante y accesoria en el funcionamiento de las juntas".

Ante el temor también expresado por esas dos ediles díscolas sobre decisiones que podrían ocasionarles dificultades judiciales, Agustín Fernández ha sostenido que todo se hace "dentro de la más absoluta legalidad y con la presencia del interventor y del asesor jurídico, que a veces discrepan en sus informes, pero se solventa".

Acerca de los expedientes disciplinarios abiertos a los cinco concejales díscolos, ha opinado que son "compatibles" con "el trabajo en el Gobierno municipal", puesto que una cosa es el ámbito interno de las formaciones —donde puede haber expulsiones o sanciones— y otra el ámbito institucional.

"la vida da muchas vueltas"

Finalmente, ha hablado sobre la retirada de competencias al considerado líder de sector crítico, Antonio Rodríguez Penín, tres días después de que los cinco abandonasen un pleno durante las votaciones, dejando al alcalde en minoría.

"Se las quité por pérdida de confianza y eso no tiene marcha atrás, aunque la vida da muchas vueltas y podría haber, por ejemplo, una moción de censura en un mes, y que yo deje de ser alcalde", ha planteado.

El pasado 13 de enero, cuando la dirección gallega de su partido —de la que forma parte y también el secretario provincial, Raúl Fernández— rubricó un acuerdo por el que se exigía la vuelta a la "normalidad" en el ayuntamiento, la propia secretaria de Organización, Pilar Cancela, indicó que la situación no tendría por qué ser "inmutable".

De hecho, en aquel momento, juzgó que si se abría "un período de lealtad y normalidad" en el consistorio de la tercera ciudad de Galicia "no debería haber absolutamente ningún problema para que, en un período de tiempo corto, se recondujese la situación".

La reincorporación de Penín al trabajo municipal es uno de los ejes de este conflicto, y ya el pasado 20 de diciembre la cúpula provincial pidió al alcalde que lo reconsiderase, extremo que no acató. Precisamente por ello, la secretaria de Organización del PSOE de Ourense, María Quintas, cree que su actuación "puede ser sancionada disciplinariamente".

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