Las ventas del comercio en Valladolid cayeron un once por ciento en 2013 frente a 2012, a pesar del repunte experimentado en el último trimestre del año, según se recoge en la encuesta realizada a sus 400 socios (que representan 600 establecimientos) por la Asociación Vallisoletana de Comercio (Avadeco).

De acuerdo con este estudio, el 62,1 por ciento de los comerciantes considera que la actividad durante el último ejercicio ha sido "negativa" —un 27,6 cree que ha sido similar a 2012 y un 10,3 por ciento, mejor—, con un primer trimestre "muy malo", y un segundo y tercero "malos". Por el contrario, el último trimestre ha supuesto una mejoría que el presidente de Avadeco, Alejandro García Pellitero, ha relacionado con la percepción, por parte de los funcionarios, de la paga extra de Navidad, un concepto que no recibieron en 2012.

Por sectores, la alimentación presenta la menor caída, un 4,5 por ciento, mientras que en el resto de sectores el descenso medio de ventas alcanza el doce por ciento. Así, el equipamiento personal (textil o calzado) ha visto reducida sus ventas en un 8,5 por ciento; un 15 por ciento el equipamiento de hogar (muebles o electrodomésticos), y un doce por ciento librerías, ocio, cultura o recambios.

Para la Avadeco, la disminución del consumo ha disminuido como consecuencia de "los altos impuestos, el deterioro de la confianza del consumidor y de la degradación del mercado laboral".

Sin embargo, el repunte de ventas en el cuarto trimestre de 2013 permite "un moderado optimismo" de cara al 2014, según los encuestados, ya que sólo un 12,3 por ciento cree que las ventas de sus empresas irá a peor en los próximos tres meses, mientras que un 59,6 augura que no variarán. El 28,1 por ciento, por su parte, espera que vayan a mejor.

A nivel local, sólo el 10,3 por ciento cree que dentro de un año la situación del comercio de Valladolid será peor que la actual, en tanto el 58,6 por ciento espera que sea igual y el 31 por ciento —entre el que se incluye el propio García Pellitero—, que mejore, algo que responde a la pésima concepción de la situación actual que tienen los socios de Avadeco, el 78,9 por ciento de los cuales la percibe como mala, mientras sólo el 21,1 por ciento la ve regular, sin que ninguno la entienda como buena.

Esto ha llevado al presidente de la asociación ha advertir de que el comercio en Valladolid "está en coma" y "en la UVI", por lo que "necesita tratamiento de choque".

REBAJAS

Por lo que se refiere a la temporada de rebajas de este invierno, un 56,5 por ciento de los encuestados opina que ha sido "mala", frente a un 34,8 que la ve "regular" y un 8,7 que la considera "buena".

En este sentido, Alejandro García Pellitero ha apuntado al "problema de desregulación" del periodo de rebajas, pues "al no tener una fecha oficial de inicio, se disipa su efecto entre los consumidores". Por ello, ha abogado por una "vuelta a la regulación", aunque ha señalado que los plazos existentes entonces eran "demasiado amplios", por lo que ha apostado por acortarlos.

En declaraciones recogidas por Europa Press, García Pellitero ha subrayado que el crecimiento del paro en el sector "ha llegado casi al límite", ya que el ajuste de plantillas hace que sólo sea posible aumentarlo "con el cierre de establecimientos", aunque ha reconocido que la apertura de nuevos negocios "no compensa el cierre de antiguos" y ha lamentado que no se haga "nada" para "incentivar el consumo". También ha criticado que el crédito "siga sin llegar a las familias" y ha señalado que, pese a que Valladolid lidera el consumo en Castilla y León, "también cuenta con más competencia".

Por otro lado, el presidente de Avadeco ha recordado que la situación es "más complicada en los barrios" que en el centro, por su menor oferta cultural y afluencia, aunque se ha mostrado favorable de que las administraciones lleguen a acuerdos entre sí para mantener la actividad de edificios públicos del centro, algo en lo que ha puesto como ejemplo la sede de la Agencia Tributaria.

En este sentido, ha pedido que, una vez ésta se traslade a Villa del Prado, se dé un uso al edificio de plaza Madrid para "mantener el flujo de vecinos hacia el centro", lo que "genera riqueza" frente a la marcha a otras zonas con menor actividad y en las que se generaría, en su opinión, un problema añadido de movilidad por tener que desplazarse hasta allí en vehículo.