Al menos nueve personas murieron y unas 50 resultaron heridas en diferentes atentados con bomba y ataques perpetrados en las últimas doce horas por presuntos rebeldes separatistas en la región musulmana del sur de Tailandia.

Las 29 explosiones en cadena que sacudieron anoche las provincias de Yala, Narathiwat y Pattani, cuando la comunidad china de Tailandia celebraba el Nuevo Año, siguen a la similar ola de violencia que tuvo lugar en Bangkok la noche del pasado 31 de diciembre, y que causó tres muertos y más de 40 heridos.

La mayoría de las explosiones, que comenzaron el domingo en torno a las 19.00 horas locales (13.00 en España), se registraron en la provincia de Yala, considerada la más conservadora de las tres que hasta hace un siglo integraron el sultanato de Pattani.

Un total de 17 bombas estallaron en cafeterías, restaurantes, cines y hoteles de diversas localidades de Yala, mientras que otros cinco artefactos lo hicieron en establecimientos de diferentes pueblos de Narathiwat, también frecuentados por la comunidad china.

De acuerdo con la policía, cinco de las víctimas murieron a causa de las explosiones, mientras que otras tres, pertenecientes a la comunidad china-tailandesa, fueron asesinadas a tiros en la provincia de Pattani, a unos 1.100 kilómetros al sur de Bangkok.

La violencia se prolongó durante la mañana del lunes en Yala, donde un comandante de Ejército murió y su hijo de 7 años resultó herido por la metralla de una bomba que hizo explosión cuando salían de su domicilio.

También a primeras horas del lunes, y mientras el primer ministro de Tailandia, general Surayud Chulanont, convocaba una reunión de urgencia en Bangkok para abordar la situación en el sur del país, otras cuatro personas resultaron heridas por la explosión de un artefacto colocado frente a un negocio de automóviles en Pattani.