La rotonda de la avenida Cataluña de Valencia es quizás uno de los ejemplos más flagrantes de mala gestión del dinero público, especialmente cuando son gobiernos de distintos partidos los implicados.

Esta infraestructura, ejecutada por el Ministerio de Fomento del Gobierno socialista, tuvo un coste de 24 millones de euros y se inauguró el 19 de junio de 2009.

Sin embargo, hasta ahora, el Ayuntamiento se ha negado a recepcionarla y a hacerse cargo del mantenimiento debido a una serie de  deficiencias que presentaba en el funcionamiento de sus fuentes y en la jardinería, especialmente en las palmeras.

Cuatro años después, y ya con el gobierno de Rajoy en el Ejecutivo central, del mismo color político que el gobierno municipal de Rita Barberá (PP), este enclave se mantiene en el más absoluto de los abandonos, degradando uno de los principales accesos a la ciudad por la falta de acuerdo entre ambas administraciones sobre quién debe hacerse cargo de las costosas reparaciones.

Y es que, tal y como ha comprobado 20minutos, las jardineras y los alcorques están repletos de maleza, las fuentes están sucias con agua estancada y con el chapado lleno de algas o incluso desconchado, y tan solo quedan  cuatro de las 12 palmeras que había inicialmente, y están secas y moribundas. Además, hay varios focos apedreados, víctimas del vandalismo.

La guinda de este pastel la pone la bautizada como torre Miramar, un hito de 45 metros de altura creado para divisar todo el litoral valenciano. Desde su apertura en junio de 2009 hasta ahora prácticamente no ha estado operativa y así sigue.

La posibilidad de una solución a corto o medio plazo para revitalizar este importante enclave se antoja complicada y lejana. Al respecto, el concejal de Transportes, Alberto Mendoza, ha explicado que Fomento «sigue sin reparar lo que tiene que reparar» para que el Ayuntamiento recepcione la infraestructura.

Además, ha añadido que desde el Ayuntamiento «se pregunta constantemente» sobre la solución pero, al parecer, la falta de dotación económica por parte del Gobierno es el principal escollo. Por su parte, desde el Ministerio de Fomento no han ofrecido ningún tipo de explicación al respecto.