En estos momentos, los obreros trabajan en la estructura del pabellón, y ya han empezado a montar las primeras cuatro piezas del puente en la margen derecha del río.

La complejidad del edificio, diseñado con forma de gladiolo y con niveles asimétricos, es el principal obstáculo para que las obras avancen más rápido.

La de ayer fue la primera visita a Zaragoza de Zaha Hadid, que destacó la «rareza» del pabellón. «Es un proyecto muy ambicioso, donde el agua es el verdadero protagonista, y que atraerá a mucha gente a la ciudad», aseguró.

Durante los tres meses de la Expo, el puente albergará la exposición temática Agua, recurso único, que podrán ver 1.300 visitantes por hora.

Después de la muestra, el singular edificio podría albergar tiendas, restaurantes y espacios expositivos, explicó ayer la arquitecta.