La Policía Foral ha imputado a 25 personas durante el pasado mes de diciembre acusadas de delitos contra la seguridad vial, de los que 14 superaron la tasa de alcohol permitida, triplicándola en siete casos.

Además, fueron imputados dos conductores por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia, seis por conducir habiendo perdido todos los puntos del carné, uno por hacerlo sin haber obtenido nunca el permiso, uno por conducir cuando había sido privado de la licencia por decisión judicial y otro por dar positivo en el test de alcohol y drogas tras accidentarse, según ha informado en un comunicado el Gobierno de Navarra.

El Ejecutivo foral ha destacado la imputación a un vecino de Alsasua, de 31 años, por un delito por conducción bajo influencia de bebidas alcohólicas tras ser atendido después de haber sufrido un accidente.

Los hechos ocurrieron el pasado 4 de diciembre cuando unos vecinos alertaron a la Policía Foral de Alsasua de que en una calle de la localidad se encontraba detenido un turismo, con el motor en marcha, y que el conductor tenía la cabeza apoyada en el volante.

Los agentes que acudieron despertaron al automovilista, quien parecía dormido, y constataron que presentaba síntomas de influencia por la ingesta de bebidas alcohólicas. Además, se pudo determinar que el vehículo había sufrido momentos antes un accidente en una calle cercana, donde había chocado contra una señal de tráfico tras salirse de la vía.

Las pruebas para detección de bebidas alcohólicas que le fueron practicadas determinaron que triplicaba la tasa de alcohol permitida, por lo que fue imputado y el vehículo quedó inmovilizado.

Posteriormente, una patrulla de la Comisaría de Alsasua constató que el vehículo no estaba en el lugar, añadiéndose al conductor otra imputación por una falta desobediencia al quebrantar la inmovilización sin haber sido autorizado.

Pruebas de alcoholemia fallidas

Por otro lado, el pasado 27 de diciembre una patrulla de la Policía Foral observó que un vehículo cometía una infracción de tráfico en una calle de Pamplona, por lo que los agentes ordenaron al conductor que se detuviera. Al identificarle apreciaron que podía estar influenciado por la ingesta de bebidas alcohólicas y le invitaron a someterse a las pruebas legalmente establecidas.

El conductor, de 27 años y residente en Villava, realizó varios intentos fallidos de forma intencionada, primero con el aparato orientativo y posteriormente hasta ocho con el etilómetro de precisión, por lo que se le imputó un delito de negativa a someterse a las pruebas y otro por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Imputado un menor por conducir sin permiso

Además, según ha indicado el Gobierno foral, la noche del pasado 29 de diciembre una patrulla de la Policía Foral vio un vehículo que circulaba por un polígono industrial en Irurtzun, y cuando los agentes le seguían se paró en mitad de la calzada, pudiendo comprobar que conductor y copiloto intercambiaban sus posiciones.

Identificados ambos comprobaron que el conductor, un vecino de Irurzun de 17 años, carecía de permiso de conducción por lo que se le imputó un delito contra la seguridad vial, y al copiloto también fue imputado como cooperador necesario en la comisión del delito contra la seguridad vial.