El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha reconocido que era "imposible" recuperar los 9.000 millones de euros de ayudas que se inyectaron en NCG Banco, pero ha indicado que se ha intentado minimizar el coste para el contribuyente. De esos 9.000 millones, el FROB ya ha contabilizado como pérdidas en su balance cerca de 6.000 millones. Además, espera mil millones de pérdidas no cubiertas por provisiones en la entidad debido a su alta morosidad.

"Satisfechos de la subasta no podemos estar cuando se inyecta en una entidad 9.000 millones de euros y recuperamos 1.000 millones", han apuntado fuentes del FROB, que calculan que la entidad gallega tendrá unas pérdidas no cubiertas por provisiones de unos 1.000 millones de euros debido a su alta morosidad, algo que es "perfectamente compatible" con lo ofrecido por Banesco.

Las citadas fuentes no han adelantado el impacto que esta operación tendrá en el déficit público, ya que esto es un cálculo que han de hacer los ministerios de Economía y Hacienda, pero, en cualquier caso, sí han apuntado que "no va a ser significativo".

El FROB augura que tras la venta, Banesco realizará una "fusión a largo plazo y sin prisa" con NCG. En este caso, podrá aprovechar los cerca de 2.550 millones de euros que la entidad gallega tiene en activos fiscales diferidos (DTA por sus siglas en inglés). En cuanto a quiénes serán los gestores de la entidad en el futuro, el Fondo se ha remitido al banco venezolano, que será el que determine quién la dirigirá.

Incertidumbre para una venta en el futuro

Sobre si se debería haber esperado para subastar la entidad a la espera de conseguir una oferta mejor que la que ha presentado el venezolano Banesco, que ha resultado adjudicatario, las fuentes han señalado que hay que comparar los 1.000 millones de euros que se han conseguido ahora con la "incertidumbre" que habría dentro de tres años.

"Dentro de tres años teníamos una posible venta, mejor o peor, y la alternativa era la liquidación. Ahora era la venta o que la entidad siguiera funcionando", han indicado las fuentes, que no temen que NCG sea nacionalizado si se nacionaliza Banesco en Venezuela.

Además, han añadido que el FROB ha ofrecido a Banesco unas garantías por valor máximo de 800 millones de euros en el caso de que la entidad tuviera que hacer frente a ajustes por la transmisión de activos de NCG a Sareb o cantidades que el banco gallego deba abonar a compañías de seguros por los procesos arbitrales en los que se pueda encontrar inmerso, entre otras cosas. El valor razonable esperado es de alrededor de 200 millones de euros.

Desde el organismo dependiente del Ministerio de Economía han indicado que a la subasta de NCG se presentaron algunos fondos que tenían participaciones significativas en bancos, pero no de control, y han apuntado que el único que tenía experiencia en la gestión de bancos era Banesco, al que no se le ha exigido el 'buffer' de capital del 3% que se le pidió a los bancos.

Adjudicación sin ayudas

También han desvelado que pese a que Banesco, junto con otro ofertante, solicitó un esquema de protección de activos (EPA), finalmente se ha adjudicado la entidad sin esta ayuda, ya que "cualquier exigencia que tenga apoyo del Estado supone tener que pelearse con Bruselas". "Era preferible que no hubiera más ayuda del Estado en esta entidad", han zanjado.

En cuanto al posible reparto de dividendo, el FROB ha señalado que es probable que la entidad no pueda repartirlo en tres años. En este sentido, las fuentes han afirmado que "lo lógico" es que no sean "demasiado alegres" en este aspecto porque es importante "capitalizar adecuadamente la entidad".

Tras haber sido vendida, la entidad gallega continuará con su proceso de resolución, que se irá "aligerando", por lo que tendrá que insistir en las desinversiones y en la recuperación de ratios depósitos/créditos.

"Lo razonable sería cumplir el plan en cuanto al cierre de oficinas y en cuanto a la reducción de empleo, algo que tenía muy avanzado la entidad. No obstante, "puede haber algún cambio", han dicho las fuentes.