La Guardia Civil ha decomisado casi cuatro toneladas de bacalao que se encontraban almacenadas en las instalaciones de una empresa de la parroquia de Chapela, en el municipio pontevedrés de Redondela, por incumplimiento de las exigencias higiénico sanitarias, según han confirmado a Europa Press conocedoras de esta operación.

Las mismas fuentes han explicado que la investigación está siendo llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y la Policía Judicial de la Guardia Civil. En el transcurso de la misma se localizó el bacalao en las instalaciones de una empresa que, aunque se dedica al procesado de pescados, no reúne las mínimas condiciones para su manipulación o almacenamiento.

Este martes, una dotación de la Guardia Civil, acompañada por técnicos de la Xunta, acudió a la empresa, en la Avenida de Vigo, para realizar el decomiso e inmovilizar la mercancía, impidiendo así su llegada al mercado. Allí pudieron comprobar que las hojas de bacalao estaban apiladas en cajas, sobre palés de madera o sobre plásticos: incluso fuentes de la investigación han subrayado que la única cámara frigorífica del lugar "tampoco reúne las condiciones de temperatura adecuadas y está en mal estado".

La Guardia Civil continúa la investigación y estudia imputar a los responsables de la empresa, aunque, de momento, no se han concluido las diligencias ni se han trasladado al juzgado correspondiente.