La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha advertido este viernes de que utilizar "cauces no institucionales" para abordar el conflicto de Gibraltar como, a su juicio, hicieron ayer el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, y el diputado nacional del PSOE Gaspar Zarrías al reunirse con el ministro principal del Peñón, Fabián Picardo, "puede perjudicar" los intereses españoles, por lo que ha pedido utilizar sólo las fórmulas "correctas" y acordadas previamente entre España e Inglaterra.

A preguntas de los medios de comunicación en rueda de prensa sobre el conflicto y sobre la mencionada reunión de ayer, Crespo ha explicado que las cuestiones que tengan que abordarse con Gibraltar deben hacerse "por los cauces constitucionales correctos" porque para ello, según ha recordado la delegada del Gobierno, vino a Sevilla a reunirse con la presidenta de la Junta, Susana Díaz, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo.

"Estuvo aquí en breves fechas con Díaz y acordaron que la mejor fórmula de reunión institucional era el foro cuatripartito en el que, por un lado, están el Gobierno español e inglés, y por otro, la Junta en los temas de su competencia también con Gibraltar", ha argumentado.

Por ello, Crespo ha pedido "que todas las reuniones que se vayan a hacer sean las lógicas por los cauces institucionales" porque, según ha avisado, "todo lo demás puede perjudicar a los intereses españoles y no queremos eso". "Queremos ir todos a una y que haya una comunión entre instituciones es la fórmula más lógica. Lo demás, queda fuera de ese ámbito y no me parece lo más correcto", ha sentenciado.

A propósito del conflicto, la delegada del Gobierno ha señalado que el Gobierno de la Nación está en todo momento defendiendo la soberanía nacional, así como a los pescadores españoles en la zona "sin hacer ninguna agresión a Gibraltar", que es lo que hace, en su opinión, el propio Picardo con "actuaciones como las de tirar bloques de piedra".

También ha señalado que la "obligación" del Ejecutivo central en este caso es "luchar contra el fraude porque eso repercute en la economía española" y, al mismo tiempo, "trabajar para que se mejoren las condiciones" en las colas de la verja de Gibraltar.