Es una de las figuras importantes de nuestra historia y sin embargo uno más de la triste lista de injustamente olvidados. Miguel Servet, de quien al menos sabemos su nombre y que fue el médico español que descubrió el sistema circulatorio en el siglo XVI, es recuperado por el escritor (considerado por muchos el maestro de la novela histórica contemporánea) y catedrático de Historia José Luis Corral en su obra El médico hereje (Planeta). "Creo que Servet ya ni se estudia en los colegios, ¿no?" pregunta con ironía.

"La figura de Servet es además de total actualidad", dice el autor de El Cid, "en los tiempos que corren de recortes y crisis moral es alguien importante, ya que se opuso a todo lo que no fuera libertad de conciencia".

"-¿Retractarme? ¿De qué? ¿De defender la libertad de conciencia y de expresar mis ideas conforme a mi sentido de la verdad? [...] ¿De luchar porque la tolerancia se imponga en este mundo de fanáticos irracionales como vos o o como el Papa? ¿De pensar libremente? ¿De buscar la verdad?": así se enfrentó Servet a su tiempo y así lo cuenta José Luis Corral en su novela.

Y es que aunque hayan pasado algunos siglos desde que fuera ejecutado en la hoguera (en 1553) no hay tanta distancia, defiende el catedrático, en cuanto a dogmas se refiere: "Estamos llenos de dogmas; es una regresión en los derechos sociales, y hay muy pocos Miguel Servet que se opongan a todo por los derechos sociales. A él le costó la vida".

Precisamente del proceso y ejecución del médico trata la última novela de Corral, autor nada menos que de 300 libros. Narra cómo en Plena Reforma Protestante Miguel Servet hizo frente hasta con su vida a todos los poderes religiosos y laicos por defender la libertad de conciencia y de opinión.

A él se debe que en París los médicos tuvieran que atender a cualquier enfermo, sin importar su clase o condición. "Logró que todos los médicos atendieran a los pobres. Y no lo hacía por caridad sino por justicia social" explica el escritor.

Concienciado y comprometido, al menos en su manera de expresarse, con las dificultades actuales, no teme Corral señalar la llaga: "Todos tendrían que aprender de Servet. Porque luchó, y no como si estuviera peleando por hacer o conseguir un favor sino porque se trataba de derechos sociales. Por justicia. Era política con mayúsculas y no la que se hace ahora: con minúsculas".

Su recomendación de lectura de esta novela histórica la extiende a los políticos: "A todos les vendría bien leer este libro. Pero a ellos no les interesa y menos que nosotros leamos o vayamos al cine" ¿El motivo de tanta traba a la cultura? "Les interesa porque así la gente no plantea problemas y es más fácilmente manipulable".

Tanto se 'moja' Corral y tan enfadado parece con determinadas actitudes que concluye su conversación con una llamada al inconformismo: "La postura derrotista no la comparto. El pasotismo es apoyar al sistema. Hay que luchar, como hizo Servet".