Thor es un perro labrador de menos de dos años, con el pelo negro lustroso y muy cariñoso. Viéndolo correr tras una pelota, nadie diría que hace menos de un mes recibió seis cuchilladas, presuntamente de manos de su dueño. Cuando una patrulla de los Mossos d'Esquadra encontró al perro agonizando a las tres de la madrugada en Palafrugell, lo llevaron inmediatamente a un veterinario. "Entonces ya me dije que si lo superaba, me lo quedaba", recuerda Lorena Morillas, una agente de la comisaría de la Bisbal d'Empordà (Girona). Cuando le dieron el alta, Thor se convirtió en un miembro más de su familia.

"Al principio tenía miedo de los gestos bruscos, pero es un perro muy noble y muy agradecido", ha explicado la agente.

El día 1 de noviembre, un vecino de Palafrugell vio a un hombre clavando varias cuchilladas a un perro. Inmediatamente, avisó a los Mossos d'Esquadra. Era de madrugada, hacia las 2.00h, y una patrulla fue hasta el lugar para intentar encontrar al animal. "Al poco rato de llegar allí vimos a un hombre que llevaba la ropa llena de sangre y el puño de un cuchillo en el bolsillo", recuerda Morillas, una de las agentes de los Mossos que intervino en la actuación.

Morillas es agente de la última promoción de los Mossos d'Esquadra y una amante de los animales. Por eso, dice que cuando ella y su compañero de patrulla supieron que podía haber un animal malherido en peligro, no pararon hasta que lo localizaron, por la noche y buscando por una zona oscura con linternas.

"Encontramos un rastro de sangre y lo seguimos hasta el final de un muro", recuerda el agente. Según descubrieron los agentes, el hombre había clavado varias puñaladas al perro y, después, lo había lanzado al suelo, desde lo alto del muro.

"Thor estaba muy malherido, lleno de sangre", recuerda Morillas. Fue entonces cuando se coordinaron con la sala para intentar encontrar a un veterinario que estuviera de guardia aquella noche. "Nos informaron de que había uno cerca, pero que no podía venir a buscar al perro", explica la agente, y añade que entonces decidieron traerlo ellos mismos. Hicieron falta tres agentes debido al peso del perro.

Cuando llegaron al veterinario, fue cuando Lorena Morillas decidió que si el perro lograba sobrevivir, se lo quedaría ella. "Pensé que, si era posible, me lo quedaría yo para que no volviera con su propietario que parece que es quien lo maltrataba", explica la agente. Y así fue, el labrador estuvo doce días ingresado hasta que le sacaron los puntos. Además de las seis cuchilladas, también sufrió un pneumotórax yhubo que esperar para determinar si alguna de las puñaladas le había afectado en la musculatura.

"Le hemos tenido que hacer radiografías para determinar si el pulmón funcionaba correctamente y estamos muy contentos porque está bien, sólo hace falta que gane un poco de peso", dice la nueva madre adoptiva de Thor. De hecho, Thor es el nombre con el que lo ha bautizado porque, coincidiendo con el estreno de la película, pensó que era un nombre que le iba mucho porque simbolizaba la fuerza. "Quien mejor que él para llevarlo", dice Morillas.

Thor todavía tiene cicatrices de las cuchilladas y, según explica la agente, al principio era un poco miedoso y se agachaba cuando oía algún grito o veía algún gesto brusco. Aún así, asegura que es un perro "muy noble y muy cariñoso". De hecho, ha explicado que cuando estaba malherido en tierra se acercaron con prudencia porque pensaban que podía alterarse y tratar de defenderse pero no lo hizo. "Yo creo que sabía que le estábamos salvando la vida", opina Lorena Morillas.

Ahora, Thor se ha integrado perfectamente con su nueva familia, con Lorena Morillas y su pareja, Marc, y también con su hermanastra, Audrey, otro perro al que adoptaron. "A Audrey la encontramos en una caja con dos cachorros más, y nos la quedamos", recuerda la agente.

Los Mossos d'Esquadra detuvieron el mismo 1 de noviembre al hombre que encontraron lleno de sangre y con el puño de un cuchillo. Era el amo de Thor pero negó que lo hubiera apuñalado. Está pendiente de pasar a disposición judicial. Los Mossos le atribuyen un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos. El detenido es un hombre de 36 años, nacionalidad española y vecino de Palafrugell.