Una portada con cuatro gestos diferentes de Antonio Orozco, el cantante al que más que a La Voz (aunque él diga que cada vez más lo identifican con el programa) se le asocia con la popular canción Devuélveme la vida, conforma la portada de su nuevo disco: Dos orillas, un 'desnudo' mayor que los anteriores, o eso asegura él.

Quién sabe, como dice Javier Krahe, uno miente lo que quiere en las canciones, pero él insiste en que las canciones son muy chivatas.

Lo que no nos queda claro tras una larga charla con el cantante, sin prisa, lo repite: "yo no tengo prisa: pregunta, pregunta",  pese a que está a punto de perder el AVE, es cómo le ha sentado y le sienta el éxito.

Da la impresión de que su tono, al menos en la canción Llegará, es algo más optimista, ¿una manera de darle la vuelta a la tristeza en que vivimos?

Bueno, no era mi intención amargar, desde luego. Cuando presenté el tema en la discográfica todos acabaron, tras escucharla, con una sonrisa. Este disco habla más de mi vida que los demás discos, y era por eso el más complicado, unir mis historias a las de la gente.  Contar las verdades en primera persona es muy difícil.

¿Qué verdades?

La canción Volver a empezar habla de cosas, verdades, que todos hemos tenido y que nunca contamos. A lo único que no escapa nadie es a las verdades. Lo que tiene narices es que venga alguien y te cante las verdades a la cara.

¿Me dirá la verdad si le pregunto cuál es su actitud en este momento?

Sí, claro, hay dos actitudes. El mundo se hunde, obvio, y podemos reír o llorar; mirar lo que pasa o hacer algo. Yo soy, y mi disco lo dice, de: mira lo que hago.

¿Cuál es su percepción de lo que llegará? Vuelta a su canción Llegará...

La sonrisa para todos, los abrazos que hablan y los momentos que marcan, y yo estaré cerca y estaré callado. Y así me vas contando...

¿Me cuenta usted si alguna vez se atrevió a soñar con llegar al lugar que ha llegado?

No, nunca esperé llegar. Nunca fue una premisa. Tengo muchos objetivos que no cumpliré nunca, pero los objetivos, creo yo, están para eso, para no cumplirlos.

Si hubiera existido un programa como La Voz cuando comenzaba, ¿habría sido uno de sus objetivos ganarlo?

No, nunca hubiera tenido el valor para presentarme. Nadie debería atreverse a criticar a los concursantes. Yo me habría puesto de los nervios, no hubiera superado ni un casting.

¿Son los nervios su talón de Aquiles?

Me han hecho pasar momento complicados, sí. Estar cantando en directo en televisión, por ejemplo, y que se me olvide la letra. He llegado a inventármela, porque callado no te puedes quedar... Es que tengo mala memoria para algunas cosas.

¿Para qué la tiene buena?

Para los cuentos... Como me los invento yo.

Hablando de 'bondades', y ya que está usted de 'juez' en La Voz, ¿qué de bueno ha de tener un artista?

Puede tener un buen timbre y no emocionar. La emoción es muy importante. Con la afinación no rompes barreras, con la emoción, sí.

Y ahora, vayamos al Orozco más personal: ¿qué le incomoda?

Nada me incomoda.

¿Y molestarle, nada le molesta tampoco?

Sí, los juicios de valor sobre las cosas que no se conocen. Y me hace sentir incómodo la intromisión en la vida privada.

Pero ¿le molestan a usted mucho los paparazzi?

Los tengo en la puerta de mi casa. Todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida dignamente, pero no sé si eso lo es. Si es así, tendré que aprender a vivir con ello. Pero prefiero no seguir hablando de ellos, les estoy dando una importancia que... Y no quiero.

¿Y los periodistas le resultan también molestos?

No, los periodistas me han ayudado en muchas ocasiones, incluso con sus críticas.

Ha dicho que nada le incomoda, pero ¿seguro que no le incomoda estar en La Voz?

No, lo que me falta es acostumbrarme al medio. Con el resto estoy encantado.

¿Tardó mucho en decidir formar parte de La Voz?

Me costó aceptar, sí. La verdad es que me costó.

Una vez dijo "Aún hoy sigo aplaudiendo a la gente que tiene el coraje de decir te quiero, lo siento y perdóname", ¿sigue siendo motivo de aplauso para usted?

Sí, lo repito.

¿Cree que no sabemos pedir perdón?

Es más un problema que tiene más que ver con nuestro carácter. Creo que en España se perdona pero no se olvida.

Es que a lo mejor no es posible olvidar algunas cosas...

No sé a qué te refieres...

Me refiero a que quien tiene a un padre o un abuelo enterrado en algún lugar que ignora, tal vez no es que no quiera sino que no pueda, pero si seguimos por aquí vamos a politizar la entrevista, y mejor no, ¿verdad?

Mejor, sí mejor no meternos en eso.

Pues podemos terminar con algo de su terreno: ¿qué echa de menos en nuestra música?

La fusión que se hacía antes. Soy muy fan de Fuel Fandango. Pero de todas maneras se hace muy buena música en España. ¿No vienen de fuera a grabar aquí? Por algo será.