Las fuerzas de seguridad turcas han detenido a un hombre que aparentaba portar explosivos y pretendía entrar en Ankara en las oficinas del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.

Según indicó la oficina del primer ministro en un comunicado, el hombre no resultó herido por disparos de los agentes, tal como informó en un primer momento la agencia semipública Anadolu, sino que fue reducido por la policía al negarse a identificarse.

El hombre aparentaba llevar una bomba atada al cuerpo, con cables y elementos plásticos, y había avisado por teléfono de su actuación cinco minutos antes de aparecer ante la sede del primer ministro.

"Informó a la policía cinco minutos antes, incluso mediante la descripción de su vestimenta. Creo que es alguien con problemas psicológicos. No ha sido nada importante", describió lo sucedido el ministro del Interior, Muammer Guler, en sus primeras declaraciones a la prensa.

Los agentes le dieron el alto en el primer control de seguridad en la calle de acceso al edificio, pero al negar a identificarse procedieron a reducirlo.

El diario Sabah asegura que el detenido carece de antecedentes penales y que con su acción pretendía llamar la atención sobre su situación personal de grandes deudas.