Era agosto de 2006. Su suegra le prestó aquel dinero para acometer unas obras. La sensación violenta que Concepción vivió en esta transacción sin protección antimiradas y deseos (La Caixa no tiene ventanillas) se tornó en auténtica violencia diez minutos después.Concepción y su suegra fueron en coche hasta su casa. «Cuando paré el vehículo, un hombre entró en él, me robó el dinero y huyó en moto. Denunciamos y reconocimos en las cintas del banco al ladrón. Salió de la sucursal detrás de nosotras», cuenta.
Ella reclama a La Caixa, más vista y menos transacciones en público para evitar robos. Y exige los 8.000 euros. La Caixa se niega. El Banco de España está estudiando su caso.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios