El Gobierno de Mariano Rajoy no ve urgencia en convocar una Conferencia de Presidentes autonómicos como demandó este martes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. De hecho, subrayan que la última reunión de este órgano se celebró hace un año, según han informado fuentes del Ejecutivo.

El presidente de la Xunta reclamó ayer públicamente desde Madrid una convocatoria de la Conferencia de Presidentes para negociar el próximo modelo de financiación autonómica y abordar la futura financiación de los servicios públicos esenciales. A su juicio, esos asuntos deben deben tratarse en común y no en encuentros "bilaterales" ni en reuniones en "reservados".

Núñez Feijóo, que alabó la fórmula de la Conferencia de Presidentes, insistió en que ahí se aborde la que calificó como la primera de sus preocupaciones, la futura financiación de los servicios públicos. Así, defendió el blindaje de la sanidad, la educación y los servicios sociales, "señas de identidad de la nación española", pero advirtió de que es necesario reflexionar sobre cómo lograr blindarlas ante el envejecimiento de la población.

Evaluando el sistema de financiación como se acordó en 2012

Aunque el Gobierno ha puesto en valor en numerosas ocasiones públicamente los resultados de la Conferencia de Presidentes celebrada el 2 de octubre del año pasado, ahora no ve urgencia en volver a convocar este foro. De hecho, recuerdan que se reunió por última vez hace poco más de un año y en otras ocasiones ha tardado años en celebrar un encuentro, según las fuentes consultadas.

De hecho, el Ejecutivo está inmerso en analizar y evaluar el actual sistema de financiación autonómica, tal y como se acordó en la Conferencia de Presidentes de hace un año. Está previsto que a finales de 2013 se haga público ese informe de evaluación, que servirá de base para plantear un nuevo modelo en el segundo semestre de 2014.

No es la primera vez que un Gobierno pide que se convoque la Conferencia de Presidentes. Así lo hizo el pasado mes de mayo el entonces presidente de la Junta de Andalucía, José Griñán, antes de delegar este cargo en Susana Díaz. Esta petición no fue atendida por el Gobierno de Mariano Rajoy.