El 12 de marzo de 2004, un día después de los atentados del 11-M, el paro cívico de los ciudadanos en sus puestos de trabajo (fueron 15 minutos), redujo el consumo de energía en 2.500 megavatios.

Aunque al cierre de esta edición (00.30 h) no había muchos datos sobre el seguimiento del apagón en otros países, la parisina Torre Eiffel, el Coliseo de Roma o el edificio del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, se sumaron a la iniciativa. Los franceses  fueron mucho menos solidarios que los españoles. Su consumo (tienen más habitantes) sólo bajó en 800 megavatios.

En España, muchasadministraciones públicas, empresas, partidos políticos y un sinfín de ciudadanos apagaron sus luces. El descenso de consumo se notó en Madrid, Galicia y las dos Castillas.

Ninguna luz en ‘20 minutos’

La convocatoria del apagón ha corrido como la pólvora por Internet. De hecho, 5.724 blogs se han hecho eco del apagón masivo. En España, numerosos medios de comunicación  han apoyado la iniciativa, entre ellos, 20 minutos, apagando las luces en su sede y simbólicamente en su página web (ver foto).

Nuestros monumentos se quedaron a oscuras

Junto a la Torre Eiffel parisina, edificios emblemáticos madrileños como la Puerta de Alcalá, el histórico edificio Maudes –antiguo Hospital de Jornaleros– o el Ministerio de Medio Ambiente y varias Consejerías también se sumaron al apagón de luz de cinco minutos en respuesta a la convocatoria de asociaciones ecologistas para protestar contra el cambio climático.

Como en la capital, donde el consumo se redujo 35 megavatios/hora (un 1,85%), muchas otras ciudades españolas secundaron la iniciativa.

En Valencia se apagaron las luces del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde en noviembre se reunirá el Grupo Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático. La Giralda de Sevilla, la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada también se ensombrecieron por la causa.