La sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña sobre la catástrofe del 'Prestige' ha sido acogida con "sorpresa" por el alcalde del municipio coruñés de Muxía, la llamada 'zona cero' y uno de los símbolos de lo ocurrido hace 11 años. Félix Porto ha considerado que la decisión es "un pequeño despropósito", mientras que el patrón mayor de la cofradía, Daniel Castro, ha señalado que llega "tarde, mal y arrastro".

En declaraciones a Europa Press, Castro ha cuestionado la intención del proceso y ha distinguido entre las decisiones tomadas por "el funcionario de turno", en alusión al exdirector general de la Marina Mercante José Luis López Sors, que "hizo lo que mejor supo", y las adoptadas por el capitán del buque, Apostolos Mangouras, un "hombre de mar" que "se vio como se vio, con el temporal".

"Ni fu ni fa", ha replicado al ser preguntado sobre su opinión por la condena al capitán, que ha quedado absuelto de los delitos contra el medio ambiente —como el jefe de máquinas del buque, Nikolaos Argyropoulos, y López Sors—, pero condenado a nueve meses de prisión por el delito de "desobediencia grave".

"Ahora juzgamos lo que hicieron Cascos y Aznar. Es lo que queremos juzgar, no al barco ni al temporal", ha cuestionado y ha afirmado que para la gente como él "el Prestige está olvidado". "A quienes tenemos que recordar siempre es a los voluntarios, que hicieron una labor fuera de lo normal", ha añadido.

"Que se haga justicia ¿sobre qué? ¿Sobre un capitán o sobre un funcionario que hizo lo que mejor supo?", ha insistido y ha preguntado también si habría que juzgar al capitán del barco o "a la consignataria".

Por su parte, el regidor de Muxía ha manifestado su "sorpresa", pese a que ha señalado que los habitantes del pueblo no esperaban "demasiado del proceso". Acata y respeta la sentencia, ha añadido, pero ha dicho no entender que "en un tema tan importante, con tanta repercusión, acabe siendo responsable el barco".

"Hay una línea que separa claramente el poder del Estado de los ciudadanos; los ciudadanos piensan una cosa y los tres poderes piensan otra y cada vez la escisión es mayor", ha reflexionado.

El alcalde ha dicho que la sensación respecto al juicio era de "apatía" porque "es mucho tiempo" el transcurrido desde que se produjo la catástrofe, en 2002, hasta ahora. "Para este viaje de 11 años no hacían falta estas alforjas. Es un poco vergonzoso todo", ha concluido.