División de posturas ante el trato del diputado de la CUP hacia Rato en el Parlamento catalán

  • David Fernández le llamó "gánster" y le amenazó con arrojarle una sandalia.
  • Montoro y Posada tachan de "inadmisible" el trato dado al exministro.
  • Homs y Duran reprochan su actitud aunque entienden sus argumentos.
  • Otros políticos, como Llamazares y Tardà, aplauden el gesto porque muestra la indignación de la sociedad.
Diputado de las CUP David Fernández.
Diputado de las CUP David Fernández.
Diputado de las CUP David Fernández.

La intervención del diputado de la CUP David Fernández durante la comisión de investigación del Parlament catalán sobre la actuación de las entidades financieras en Cataluña —en la que llamó "gánster" al expresidente de Bankia, Rodrigo Rato—, sigue levantando ampollas. Este martes, algunos políticos han criticado que faltara al respeto al exministro de Economía mientras que otros han recordado que los insultos van incluidos en el sueldo. En cualquier caso, el diputado de la CUP Quim Arrufat se ha reafirmado en las acusaciones de "gánster" y ha restado importancia a las críticas.

"Otra cosa es que la gente no esté acostumbrada, que esté acostumbrada a la cortesía parlamentaria", ha señalado Arrufat, quien ha asegurado que entre las acepciones de gánster está la actuación de Rato al frente de la entidad. "Las palabras eran justas, resumen una ínfima parte de la indignación de la calle", ha sostenido Arrufat, quien ha lamentado que se haya destacado la intervención de Fernández y no que Rato no respondiera a las preguntas del diputado de la CUP.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha criticado el gesto del diputado de la CUP porque fue un "espectáculo lamentable y degradante para la vida parlamentaria" que supera "los límites de la libertad política". "Se están vulnerando con facilidad unas normas en nuestro país que no se corresponden a los preceptos democráticos que tienen que ser los que preserven el diálogo político en España", ha sentenciado.

Al presidente del Congreso, Jesús Posada, tampoco le gustó el trato que Fernández brindó a Rato. "Tengo que decir que no me gustó nada. Fue una intervención amenazadora y con unos términos inadmisibles. A mí me dejó mal sabor de boca", ha afirmado en referencia tanto a las acusaciones formuladas por Fernández como a que éste amagara con arrojar una sandalia al exministro como se hace en Irak como muestra de menosprecio.

El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha calificado de "patético y deplorable" el trato que algunos "energúmenos" dieron a Rato, en referencia al diputado de la CUP. "Cuando a uno se le invita a una casa —Rato compareció de forma voluntaria— lo que no se debe hacer por cortesía es zarandearle y llamarle gánster, con actitudes ciertamente patéticas. Esto de la sandalia patético en un parlamentario", ha remachado.

Las críticas a Rato le han dolido "especialmente" porque su política económica, como vicepresidente económico entre 1996 y 2004, permitió una etapa de "expansión" en Cataluña y la creación de 800.000 empleos, mientras que quienes le criticaban —ERC y la CUP— "lo que han hecho es crear paro en Cataluña con sus políticas". A los políticos, "se les juzga por el resultado" ha subrayado Hernando, quien cree que no se puede culpar a Rato de las preferentes.

Malas formas

Otro de los dirigentes que ha criticado a Fernández ha sido el portavoz de CiU en el Congreso y líder de UDC, Josep Antoni Duran, quien le ha acusado de romper la presunción de inocencia del expresidente de Bankia. Además, ha opinado que faltó al respeto a Rato, a la Cámara catalana y al Estado de Derecho. Además, ha recordado que el ex vicepresidente segundo del Gobierno no tenía obligación de acudir al Parlamento catalán. "A lo mejor será culpable, pero tendrá que ser la justicia y no David Fernández quien lo diga", ha remarcado.

El portavoz del Govern y consejero de Presidencia, Francesc Homs, también ha reprobado la intervención de Fernández. "No vas a tener en la vida más razón por chillar más, por sacar zapatos o por insultar. Lo que da la razón es tener argumentos", ha sostenido en rueda de prensa tras el Consejo Ejecutivo. Estos comportamientos, ha agregado, provocan caricaturas y camuflan los argumentos de fondo sobre la "pésima" gestión que Rato y otros banqueros han hecho en el marco del sistema financiero.

Muestra de la indignación social

El portavoz de Justicia de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Gaspar Llamazares, no ve especial problema en el trato recibido: "Los ciudadanos viven de todo y los políticos tenemos que acostumbrarnos a oír de todo". Es lo habitual, entra dentro de nuestro sueldo y no veo ningún problema". En su opinión, esa terminología "no es políticamente correcta" pero dada la actual coyuntura económica y en la situación en la que vive la gente, "molestarse por ese tipo de terminología es tener la piel muy fina".

El diputado de Esquerra (ERC) Joan Tardà ha aplaudido este martes los insultos y ha subrayado que "lo reprobable" de este episodio es que existan personas "tan cínicas" como él. "Creo que forma parte de lo necesario. Hay que denunciar algunas actitudes y aún cuando pueda parecer, desde el punto de vista estético, que se trata de un comportamiento un tanto radical, bajo las fórmulas educadas de Rato y otros cómo él, se esconde la voluntad de joder y haber jodido la vida a muchísimas personas", ha dicho. "Le sale barato todavía al señor Rato", ha concluido.

De hecho, el diputado de Chunta Aragonesista (CHA)  Chesús Yuste ha recordado que el zapato es "un símbolo" que se ha utilizado en otras ocasiones, como hace años el nacionalista gallego Xose Manuel Beiras, pero lo importante es que Rato escuchara "la indignación" de los ciudadanos representada por los diputados. Sin embargo, el presidente del grupo parlamentario, Cayo Lara, duda de que esto sirva de algo.

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