En el periodo 2009-2011 la dotación presupuestaria para la ayuda oficial al desarrollo andaluza se redujo en casi un 27 por ciento en el caso de la Junta de Andalucía —26 millones de euros menos, pasando del 0,29% del presupuesto andaluz en 2009 al 0,23% en 2011— y en torno al 33 por ciento en el caso de las 25 administraciones locales y provinciales estudiadas en el Informe sobre la ayuda oficial al desarrollo descentralizada de la Junta de Andalucía y entidades locales andaluzas 2009-2011.La ayuda oficial al desarrollo andaluza no supone una excepción a la tendencia generalizada de pérdida de peso de la cooperación para el desarrollo como política pública en España, si bien en menor medida que en otras regiones.

Este informe, presentado este martes por la Coordinadora Andaluza de ONG de Desarrollo (Caongd), abarca tanto el análisis de la financiación de la cooperación para el desarrollo como su distribución geográfica, sectorial (tipo de intervenciones financiadas), el reparto entre la cooperación directa y la realizada por las ONGD y otros agentes o el papel que dan las administraciones públicas a la educación para el desarrollo y la acción humanitaria, entre otros aspectos.

En un comunicado se indica que la presentación del informe coincide con la tramitación parlamentaria de los presupuestos andaluces para 2014. Como promotora del Pacto Andaluz por la Solidaridad y la Cooperación, que supone un compromiso firmado entre el Gobierno autonómico y diferentes agentes sociales para la mejora de la cooperación internacional como política pública, la Caongd espera que el texto definitivo "cumpla" uno de los principios recogidos en el pacto: que la AOD no se recorte más allá del retroceso que sufra el conjunto del presupuesto andaluz: para 2014, se trataría del 3,5 por ciento.

El trienio analizado se ha caracterizado por un desarrollo normativo a nivel autonómico, basado el Plan Andaluz de Cooperación (Pacode) 2008-2011 y los planes anuales, sectoriales y por países derivados de este marco; pero también por importantes diferencias entre las cifras presupuestadas y la inversión final en cooperación para el desarrollo, así como las graves demoras en los pagos a ONGD y otros agentes y el consiguiente perjuicio para su trabajo y las personas beneficiarias de estas intervenciones en el Sur. La cooperación local, prosigue, "no sigue las líneas del Pacode y se caracteriza por su heterogeneidad, dispersión y falta de transparencia en la rendición de cuentas".

Geográficamente, destaca el aumento de los fondos destinados a la región de África Subsahariana; particularmente en el caso de la Junta de Andalucía —pasando del 7% al 20,25% en el trienio—, aunque también para las entidades locales —del 14% al 16% de la AOD—. No obstante, pese a que descienden las partidas, las regiones de Centroamérica-Caribe y Sudamérica son las principales zonas de intervención de la cooperación andaluza. Los países prioritarios son en su mayoría de índice de desarrollo humano (IDH) medio.

Por su parte, sectorialmente, ha disminuido el aporte de fondos destinados a servicios sociales básicos respecto al trienio anterior; en el caso de la Junta de Andalucía suponen un 18 por ciento y en el de las entidades locales el 22 por ciento de la AOD, cuando el Pacode "marca un mínimo del 30 por ciento y las cuotas internacionales recomiendan que supongan al menos el 20 por ciento". Respecto a las modalidades de la cooperación, el bloque más importante sigue siendo la ayuda al desarrollo —65,65% para la Junta y 59% para las entidades locales—. La educación para el desarrollo queda bajo el mínimo solicitado por la Caongd en ambos casos (10%), habiéndose perdido la financiación de muchas entidades locales; mientras que la acción humanitaria, sobre todo en el ámbito local, se entiende sobre todo como ayuda de emergencia y carece de buena planificación.

Por último, la Caongd quiere hacer algunas recomendaciones para la AOD de la Junta de Andalucía como volver a poner el 0,7 por ciento como objetivo político, superando la lógica de los recortes; incrementar la transparencia, especialmente en la cooperación directa; mejorar la agilidad, eficacia y capacidad de planificación de la Aacid; aumentar la cooperación en los países con IDH bajo y establecer estrategias específicas para la cooperación en países prioritarios de IDH medio y alto; potenciar la apuesta por los servicios sociales básicos y adaptar las prioridades sectoriales a las zonas de actuación; aumentar el peso de la educación para el desarrollo en la AOD andaluza al menos hasta el diez por ciento, del cual el 70 por ciento sea gestionado por ONGD; aumentar el peso de la acción humanitaria en la AOD andaluza al menos hasta el diez por ciento atendiendo también a las acciones de prevención y otras no estrictamente de emergencias; y establecer mecanismos, medidas y recursos concretos para los fines establecidos por cada prioridad horizontal.

Igualmente, para la AOD de las administraciones locales andaluzas, recomienda alinear la cooperación local andaluza a la política de cooperación andaluza; volver a poner el 0,7 por ciento como objetivo político, superando la lógica de los recortes; mejorar la transparencia, especialmente en la cooperación directa; el Famsi debe volver a sus orígenes como fondo andaluz, abandonando su carácter de agencia de cooperación; corregir la dispersión geográfica, girando hacia una mayor concentración en los países de renta baja; potenciar la apuesta por los Servicios Sociales básicos y adaptar las prioridades sectoriales a las zonas de actuación; mantener las convocatorias de educación para el desarrollo y reponer las eliminadas; aumentar el peso de la acción humanitaria en la AOD local al menos hasta el diez por ciento, atendiendo también a las acciones de prevención y otras no estrictamente de emergencias.