El medico portugués secuestrado el jueves en un aparcamiento por dos personas —Saturnino M.C.C., alias 'Canceliñas', y Álvaro S.B.— caminó durante más de dos horas hasta llegar a una casa en la parroquia de Padróns, en Ponteareas, después de haber sido liberado por sus captores en una zona forestal conocida como Galleiro.

Según el propio médico, Antonio S.C.V., los secuestradores le liberaron en una zona de monte y le dieron una linterna, además de indicaciones para llegar al núcleo habitado más próximo. El hombre caminó monte a través ayudándose con un palo hasta llegar a la parroquia de Padróns, donde llamó inicialmente a la puerta de una casa donde una mujer se asustó y no quiso abrirle.

Finalmente, el hombre consiguió llegar a otra casa próxima y allí explicó a su propietario que era el médico que había sido secuestrado en el aparcamiento de un hipermercado en Arcos de Valdevez (Portugal).

Según ha explicado el dueño de la casa en declaraciones a los medios, el hombre llegó vestido y calzado, sin señales de violencia aparentes aunque desorientado. El propio médico dijo que se encontraba bien y solo pidió agua para beber.

Desde esa vivienda, el hombre llamó a su hijo y también contactó con la Guardia Civil. Los agentes se hicieron cargo de él y lo trasladaron al centro de salud de Ponteareas y, posteriormente, a la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra.

Según explicó Antonio S.C.V., sus captores le trataron "bien", le quitaron el dinero y las tarjetas de crédito aunque el hombre pudo ocultar alguna de sus tarjetas en sus calcetines. También relató que uno de sus captores tomaba pastillas continuamente.

BÚSQUEDA

La Guardia Civil mantiene un operativo para dar con los secuestradores, Saturnino M.C.C., un exrecluso gallego con un amplio historial delictivo, y el joven portugués Álvaro S.B., de 32 años de edad.

Ambos abordaron al médico a las 20.00 horas de la tarde (hora portuguesa) del jueves en el aparcamiento del hipermercado Pingo Doce y le obligaron a subirse en su Mercedes y con él se dirigieron a España.

La Guardia Civil siguió su pista por O Porriño y Tui, y aunque una vecina de Pazos de Borbén vio el coche y llamó a las fuerzas de seguridad, los efectivos del Instituto Armado todavía no los ha podido localizar.