La defensa del marroquí Jamal Zougam, uno de los presuntos autores materiales del 11-M, ha recusado ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzgará estos hechos a los dos peritos de la Policía que han sido nombrados para la práctica de una nueva prueba sobre los explosivos usados en los atentados.

El abogado de Zougam, José Luis Abascal, que también representa a otro de los 29 procesados por los atentados -Basel Ghalyoun- ha planteado el incidente de recusación para apartar a los dos peritos policiales de esta prueba por haber sido designados por el comisario general de Policía Científica, Miguel Angel Santano, uno de los cuatro mandos policiales imputados en el llamado caso del ácido bórico.

La instructora de esta causa, Gema Gallego, mantiene a Santano imputado por un delito de falsedad por la supuesta alteración de un informe pericial elaborado por tres peritos químicos en el que se relacionaba a ETA con el 11-M.

Los peritos se referían en concreto en su informe al hallazgo en diciembre de 2004 de ácido bórico en Lanzarote, en la vivienda de uno de los procesados por el 11-M, Hassan el Haski, así como en un piso franco de ETA en Salamanca, en 2001.

A este incidente de recusación, planteado ante la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, se ha unido también la defensa del ex confidente de la Guardia Civil, Rafá Zouhier, también procesado por el 11-M.

Nueva prueba pericial

La sección segunda, que juzgará el 11-M a partir del 15 de febrero, admitió, a propuesta de la defensa de Zougam, la práctica de una nueva prueba pericial "anticipada" sobre los explosivos utilizados en los atentados, cuyos resultados deberán estar a disposición del tribunal entre el 10 y el 13 de febrero.

En esta nueva prueba, que el martes comenzó a realizarse, participan entre siete y ocho peritos: dos del Cuerpo Nacional Policía, dos de la Guardia Civil, uno por cada parte procesal, otro por el resto de las acusaciones personadas que no hayan propuesto esta prueba y uno por las defensas.