Decenas de personas han reclamado este martes la paralización de la venta de NCG Banco convocadas por la CIG, que ha advertido de que adjudicar la entidad a un gran banco español "podría afectar a hasta 1.500 puestos de trabajo", a los que habría que sumar los efectos en las auxiliares y empresas de servicios.

Así, en la concentración, que se ha producido ante la oficina principal de NCG en A Coruña y que ha coincidido con una protesta de afectados por las preferentes, la federación de Banca de la CIG ha pedido que la entidad vuelva a estar bajo control de la Xunta y se transforme en un banco público.

La protesta forma parte de la campaña que está desarrollando el sindicato contra el proceso de privatización puesto en marcha por el FROB. El secretario nacional de CIG-Banca, Clodomiro Montero, ha criticado la "opacidad" del proceso y ha incidido en que no ofrece garantías de que no se destruirá más empleo.

Así, ha recordado que Bruselas ha dado de plazo hasta 2017 para que se venda NCG Banco y ha rechazado una subasta "exprés". "Galicia tiene derecho a contar con una entidad financiera y esta privatización es una nueva estafa social y laboral", ha protestado Montero.

Desde la fusión de las dos cajas gallegas, ha señalado el sindicalista, se han destruido 2.400 empleos en la entidad y la venta de NCG Banco afectaría de nuevo a los trabajadores.

Además del "impacto en el empleo", la CIG advierte de los efectos sobre el tejido productivo gallego. "Cualquier alternativa de privatización es mala para el país y para el empleo. Novagalicia Banco va a ser sacrificada para salvar a un gran banco español y para dar una falsa imagen de recuperación económica, de que llegan inversores. Pero estos no son inversores, son depredadores", ha criticado.