David Trueba: "En un país donde no hubiera habido educación pública, yo no sería nadie"

  • El director David Trueba dirige 'Vivir es fácil con los ojos cerrados', una película sobre un profesor de inglés que viaja a Almería para conocer a John Lennon.
  • Trueba ha hablado con '20minutos' sobre su película, sobre el estado de la industria española del cine y sobre la situación del país en general.
  • Javier Cámara: "No tenemos miedos, es que nos los provocan constantemente"
David Trueba durante el rodaje de 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'.
David Trueba durante el rodaje de 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'.
UNIVERSAL PICTURES
David Trueba durante el rodaje de 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'.

El título de la última película de David Trueba, Vivir es fácil con los ojos cerrados, es parte de la letra de la canción Strawberry Fields Forever, un tema de The Beatles que John Lennon comenzó a componer durante su estancia en Almería para el rodaje de una película. Precisamente en esa época, 1966, y ese contexto se desarrolla la trama del filme, con Javier Cámara como gran protagonista en el papel de un profesor que enseña inglés a sus alumnos usando las canciones de la banda británica y que decide viajar a Andalucía para conocer a su ídolo.

Trueba ha charlado con 20minutos sobre esta amable y positiva comedia dramática, no exenta de crítica social, así como sobre la situación actual tanto del país como de la industria cinematográfica española.

La película tiene un tono amable y positivo, ¿es uno de los objetivos que la gente salga del cine con una sonrisa?

Sí, me gustaría que la gente saliera del cine y mirara la calle, la vida y a los otros mejor de los que miraba y con más ganas de seguir peleando. Vivir es pelear, a nadie le van a regalar nada, y si una película puede contribuir en alguna pequeña medida a ese ánimo, bienvenido sea.

¿Hacen falta en estos tiempos más mensajes optimistas?

Yo creo que constantemente nos hace falta echar un poco la mirada atrás para ver que nadie lo ha tenido fácil. Todas las épocas —unas por la crisis, otras por la dictadura, otras por lo que fuera— son complicadas, y depende mucho del estado de ánimo de la gente, de las ganas de pelear, de salir adelante. Por complicada que sea la situación y por estafados que nos sintamos por lo que han hecho con nosotros, creo que no podemos dejarnos caer, porque sólo tenemos esto.

Si deprimiéndonos, hundiéndonos, fuésemos a mejorar la situación... pero la vida no funciona así. Lo que tenemos que hacer es ser más inteligentes, más sabios, que la próxima vez les cueste más engañarnos.

¿Hay parte de su mirada de periodista también en la película?

Supongo que sí. Siempre, todo lo que eres lo pones en lo que haces y supongo que ahí está mi visión del pequeño de una familia de ocho, de alguien que viene de una familia muy humilde, de una persona que le debe su sitio en el mundo a la educación pública... En un país donde no hubiera habido educación pública, yo no sería nadie.

Por supuesto, el periodista también es fundamental. Nuestra carrera consiste en ser curiosos, y esa curiosidad me llevó a interesarme por un artículo que fue el que inspiró Vivir es fácil con los ojos cerrados. Esta película nace de una crónica sobre los 40 años de la estancia de Lennon en Almería donde se contaba la peripecia de este profesor. De pronto dije "ahí una historia". Fíjate si le debo al periodismo, a leer los periódicos le debo la inspiración.

¿Cómo es Javier Cámara en el trabajo?

Es el aliado. Yo siempre digo que, para el director, los actores son una pieza fundamental. El espectador se va a olvidar del director y son ellos los que van a contar la historia y dar vida a los personajes. Entonces necesitas que sean lo más mimado de una película, lo más cuidado, lo mejor elegido. Javier ha sido un colaborador imprescindible porque al lado tenía a dos chicos que empezaban y se los ha metido en el bolsillo, ha conseguido que estuvieran tranquilos, y a mí me lo ha hecho muy sencillo, porque es un actor que no tienen miedo a probar, a cambiar sobre una idea preconcebida, a hacerlo de manera distinta a como teníamos previsto.

Dirigió a Jorge Sanz en la serie ¿Qué fue de Jorge Sanz? y ahora también tiene un papel en Vivir es fácil..., ¿se está convirtiendo en una especie de actor fetiche para usted?

Es una persona a la que quiero mucho y es un actor al que admiro muchísimo. Creo que es un gran actor con el que tenemos la racanería de llevarlo viendo muchos años y no darnos cuenta de, cuando tiene un buen papel, lo bien que lo hace. Para este personaje corto pero contundente e importante que hace en la película, transmitía justo lo que yo buscaba, ese grado de autoritarismo que tenían los padres de aquella época pero también de una cierta humanidad detrás. Eran autoritarios porque no sabían hacerlo de otra manera.

Yo siempre he quitado mucha culpa al autoritarismo de mi padre en el sentido de que no conocía otra cosa, se había criado en eso y él creía que era la manera correcta de hacer las cosas. Los padres educan a los hijos pero también los hijos nos educan a los padres y nos hacen mejores.

Dado el supuesto mal estado de la industria cinematográfica en España, ¿cómo se explica el éxito de la pasada Fiesta del Cine?

Detrás de esto siempre hay una manipulación impenitente. En el cine español, cada año, hay seis o siete películas que son no sólo un éxito sino un buen negocio para el que ha puesto dinero en ellas. ¿Qué ocurre? Que a ese nivel a lo mejor se hacen sesenta, es decir que hay una gran cantidad de fracasaso para conseguir un éxito, pero la consecución de ese éxito es lo que nos mueve, un éxito artístico, un éxito comercial... Lo perseguimos buscando hacer la película que queremos hacer. Que no se engañe la gente, si este oficio fuera un fracaso, si no se pudiera hacer dinero con él, no se dedicaría nadie a ello. Damos trabajo a mucha gente.

No todas las empresas van bien. Por ejemplo, no todas las fruterías hacen siempre una buena caja, pero el frutero se levanta al día siguiente para intentar que las cosas vayan mejor. Eso es lo mismo que hacemos todos. Lo único que pedimos es el respeto de la sociedad hacia nuestra tarea, porque es una tarea de la que la sociedad se puede enriquecer también.

¿De donde viene la percepción tan negativa que hay del cine español?

Yo creo que de una manipulación de ciertos líderes de opinión que se han visto incomodados por la voz que en algún momento concreto de la política nacional han tenido los actores y la gente del cine, que ha sido una voz de protesta o de reivindicación que les ha molestado porque era contraria a sus intereses particulares y han decidido acabar con el gremio en lugar de aceptar que los demás también tienen derecho a decir lo que les parece bien y lo que les parece mal igual que lo dice un político.

La política no es sólo una tarea de los políticos, es también una tarea de la sociedad. Creo que haberla dejado en manos de los políticos en muchas ocasiones nos ha llevado al desastre. La gente se tiene que implicar y decir lo que piensa de una cosas, a favor o en contra.

Lo que sí me parece lamentable es que han engañado a una buena parte de gente, que se ha dejado engañar. Algún día se darán cuenta del error, de la manipulación a la que han sido sometidos cuando les han hecho pensar que lo único subvencionado en España es el cine, que es lo único que recibe ayudas industriales, que la gente que nos dedicamos a estas tareas somos unos vagos, maleantes, rojos... Si te has creído ese cuento es como si te crees el de Caperucita Roja.

En 1996 fue premiado por el videoclip de Albert Pla El lado más bestia de la vida, una versión de Walk on the Wild Side, de Lou Reed, quien acaba de fallecer. ¿Le ha afectado de algún modo la muerte del artista?

Me ha afectado en la medida en la que dices "bueno, desaparece otra persona a la que admiras", a la que además conocí azarosamente en Praga. Siempre me afecta la muerte de figuras como él. Me ha parecido curioso que sucediera casi al mismo tiempo la muerte de Manolo Escobar y de Lou Reed porque a mí personalmente me sirve para entender que todas las personas que tiene una carrera larga y fructífera en el mundo del espectáculo es muy respetable y, al morir, todos dejan huérfanos a la gente que ha disfrutado de sus canciones o de sus películas o de sus novelas. Y esa orfandad es la que quizá no sabemos valorar cuando están vivos, todo lo que nos da una buena canción.

Cualquier persona que ha escuchado Walk on the Wild Side o Perfect Day o New York o Berlin, las tiene ahí dentro. Y estoy seguro de que otra gente, de muy distinta manera, ha oído alguna canción de Manolo Escobar y le tiene también presente en su formación, en su cultura, en su manera de entender España, y es que España no se podría entender sin Mi carro. Por ejemplo mis hijos, cuando están de broma, cantan Mi carro. Eso no es un accidente, eso es fruto de que esa canción representa algo, completamente distinto a Perfect Day, pero algo.

Ha ejercido de director, de guionista, de novelista, de letrista, de periodista... ¿qué le queda por hacer?

Muchas cosas. Además, en estas profesiones, volver a hacer algo es fundamental porque lo que has hecho se borra. Lo que has terminado está ahí, finalizado, ya pertenece a la gente. Por lo que ahora lucho es por seguir dejando constancia de las cosas que me atraen de la vida y de la gente.

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