China sospecha que el atropello en Tiananmen fue un atentado suicida de extremistas uigures

  • El automóvil se estrelló casi frontalmente con la entrada principal de la Ciudad Prohibida, provocando cinco muertos y 38 heridos.
  • Parte de la comunidad uigur, musulmana de lengua túrquica, acusa a Pekín de reprimir su cultura y religión, mientras que China les acusa de separatismo.
  • Los dos sospechosos del suceso residen en la provincia de Xinjiang.
Un policía vigila delante de la Ciudad Prohibida, en la plaza de Tiananmen, en Pekín (China).
Un policía vigila delante de la Ciudad Prohibida, en la plaza de Tiananmen, en Pekín (China).
EFE/Rolex Dela Pena
Un policía vigila delante de la Ciudad Prohibida, en la plaza de Tiananmen, en Pekín (China).

La Policía china investiga la posible relación entre el atropello de decenas de personas en la emblemática plaza de Tiananmen, en Pekín, que se ha saldado con al menos cinco muertos y 38 heridos, y la insurgencia uigur en la provincia de Xinjiang (oeste).

Los fallecidos son los tres ocupantes del automóvil y dos turistas, una mujer filipina y un varón de la provincia de Guangdong (en el sur de China), según la Policía. Entre los 38 heridos figuran tres turistas filipinos —dos mujeres y un hombre— y un turista japonés.

Según informaciones policiales y médicas citadas por Xinhua, el vehículo se estrelló contra un guardarraíl del puente Jinshui, que atraviesa el foso de la Ciudad Prohibida, y arrolló a varias personas antes de incendiarse.

El automóvil se estrelló casi frontalmente con la entrada principal de la Ciudad Prohibida, donde cuelga un enorme retrato del fundador de la República Popular China, Mao Zedong. Las llamas fueron sofocadas poco después del accidente y el tráfico recuperó su curso habitual cerca de una hora más tarde.

En el marco de la investigación, la Policía está recabando información en hoteles de la capital sobre posibles huéspedes sospechosos. Asimismo, ha indicado que los dos sospechosos del suceso residen en la provincia de Xinjiang.

Parte de la comunidad uigur, musulmana de lengua túrquica, acusa a Pekín de reprimir su cultura y religión, mientras que China asegura que respeta sus libertades y acusa a los extremistas de separatismo. Sin embargo, múltiples ONG aseguran que las autoridades exageran la amenaza para justificar sus duros controles en Xinjiang, ubicada estratégicamente en la frontera con India y Pakistán.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento