Eslava, Portela, Rodero, Palacio Edén, Salón Suizo, Rouge y Victoria; Imperial, Lloréns, Coliseo, San Fernando, Álvarez Quintero, Los Remedios, Pathé, Cervantes, Duque, Astoria, Apolo, Emperador, Fantasio, Rialto, Florida... ¿Los recuerda? Son teatros y cines de la Sevilla que se fue. Dos están a punto de volver.

Jesús Quintero ha alquilado el viejo cine Pathé de la calle Cuna para ponerle su nombre. "Quiero hacer un teatro hermoso. Sevilla se ha quedado sin teatros", dice a 20 minutos el periodista.

El futuro Teatro Quintero podría funcionar también como centro cultural, sede de conferencias, tertulias o cine. Quintero no descarta la idea de trasladar al número 15 de Cuna los estudios donde graba sus programas de televisión, ubicados actualmente en La Pañoleta.

El Pathé, construido años antes de la exposición de 1929, es hoy propiedad de Filomena Frois Lissen. "Primero fue de mi abuela y luego de mis padres", dice la dueña, quien recuerda este cine-teatro como uno de los más antiguos y más chic de la época. Atrás quedan los años en los que los sevillanos acudían a la sesión vermú, a la película de las 19 h y en la que era típico tomarse una copa en el ambigú.

«El Pathé siempre ha estado arrendado», dice Frois. Ha sido cine, teatro, discoteca y hasta plató de televisión.

Renace El Cervantes

A tan sólo unos metros de allí, en la calle Amor de Dios, el Cine Cervantes, uno de los teatros con más clase de la Sevilla de finales del siglo xix y principios del xx, también recuperará su esplendor. Al menos ésa es la intención del Ayuntamiento.

Urbanismo se encuentra sumergido en negociaciones con el dueño, que también posee el Avenida 5 Cines, para que el emblemático teatro vuelva a cobrar vida.

A cambio, el propietario podrá reconvertir el cine de Marqués de Paradas en un nuevo proyecto, pero de ámbito cultural, ya que así lo establece el PGOU.

'Inicios del cine de Sevilla (1896-1906)’

Otros teatros: El Teatro Eslava se derribó para construir el Hotel Alfonso XIII; el de San Fernando era el más aristocrático; el del Duque gozaba de muy mala fama por su público, y el Portela estuvo hasta los sesenta donde está el Equipo Quirúrgico, según Mónica Barrientos, doctora en Comunicación y autora del libro Inicios del cine en Sevilla (1896-1906).

Costumbres: La gente acudía al teatro a ser visto, con sus mejores galas, mientras que al cine, no. El séptimo arte, que empezó siendo muy burgués, luego promovió la asistencia de familias con niños. Había salas donde hacía mucho frío y en otras un calor y olor insoportables, dice Barrientos.

Salones y Cafés: Atrás queda el Salón Suizo, Palacio del Edén, Rougue, París y los Cafés Nuevo Mundo y Novedades.