El Príncipe de Asturias, acompañado de doña Letizia, ante la ausencia del rey por su operación de cadera y de la reina, ha presidido este sábado por primera vez el desfile del Día de la Hispanidad, que ha contado con la participación de unos 2.600 militares y guardias civiles.

El desfile ha comenzado a las 10.30 horas con la llegada de los Príncipes a la plaza de Neptuno, donde se ha situado la tribuna de autoridades, que ha contado con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los presidentes del Congreso y del Senado, ministros y máximas autoridades militares, así como representantes autonómicos, locales y de la esfera política. Como novedad, este año, los presidentes autonómicos se encontraban en la primera línea de saludo junto a los miembros del Gobierno.

El príncipe, vestido de teniente coronel del Ejército de Tierra, ha comenzado los actos pasando revista a las tropas y ha saludado a las máximas autoridades.

Los príncipes han sido los únicos representantes de la Familia Real en la parada militar de este año, en la que han marchado unos 2.600 militares, una cifra similar a la del pasado año, y unos 50 vehículos.

Ha habido algunos cambios en el protocolo al ser el príncipe quien ha presidido el acto, de tal manera que se han rendido honores de arma e himno nacional en versión breve (20 segundos, frente a los 52 establecidos para el rey), y se han disminuido a 19 el número de cañonazos (21 al rey) y a cinco voces el grito de "viva España" (7 al rey).

Tampoco ha acudido la infanta Elena, que ya el pasado año siguió el acto por vez primera junto a los dirigentes de los partidos políticos y no junto al resto de la Familia Real.

También ha sido el primer año en el que el jefe del Estado no preside la tradicional recepción del Palacio Real que se ofrece al término del desfile a autoridades, políticos y representantes de la sociedad, a la que sí acudirán doña Sofía, los Príncipes y la infanta.

Por segundo año consecutivo, Defensa ha organizado el desfile bajo la austeridad y con un coste de 823.000 euros, un 8,5% menos que en 2012.

No se han visto carros de combate ni blindados. Tampoco aviones ni helicópteros. La exhibición aérea se ha reducido al vuelo de la patrulla acrobática Águila, que ha realizado dos "pasadas" sobre la plaza de Neptuno y ha dejado sobre los cielos de Madrid la estela con los colores de la enseña nacional.

Han marchado, entre las plazas de Atocha y de Colón, los guiones más representativos de las unidades de los tres ejércitos y de la Guardia Civil, así como efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, de la Legión y los Regulares. Con la Hermandad de Veteranos han desfilado tres militares con diferentes grados de discapacidad, pertenecientes a la Guardia Real, la Legión y Ejército de Tierra.

Antes del desfile, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, se ha dirigido a las tropas españolas en el exterior en una videoconferencia, donde les ha agradecido su esfuerzo para mantener "la paz y la seguridad" en el mundo y les ha transmitido la "gratitud" del rey por su "sacrificio" y "entrega".

Igualmente, Morenés ha hecho llegar a las tropas la felicitación del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien, —ha dicho el ministro— le ha manifestado su convencimiento de que España en el exterior tiene una "inmensa repercusión" para los intereses del país.