Unas mil personas, entre ellas numerosos jóvenes, han acudido este viernes a la ceremonia fúnebre en la localidad leridana de Tàrrega para despedir a la menor de 14 años asesinada presuntamente por su exnovio, un chico de 18, el pasado lunes.

La iglesia parroquial de Tàrrega, en la que se ha celebrado el entierro y en la que caben unas 800 personas, se ha visto desbordada por amigos y vecinos que han querido acompañar a los familiares de la joven, y entre los asistentes una multitud de estudiantes a los que les se ha dado permiso para salir antes de clase y acudir al sepelio.

En el exterior de la iglesia, ubicada en la plaza Mayor del pueblo, hay depositado un gran ramo de flores y se han colocado dos pancartas en contra de la violencia de machista.

El joven de nacionalidad dominicana acusado de la muerte de la menor ha pasado su primera noche en prisión después de que el juez decretara el jueves al mediodía su ingreso en la cárcel de forma provisional y sin posibilidad de fianza.

El exnovio de la menor ha sido acusado inicialmente de homicidio y no de asesinato con la previsión de que durante el proceso, que se encuentra en fase de instrucción, se puedan reunir las pruebas suficientes para aumentar la imputación, según han indicado tanto Fiscalía como el TSJC.

Según señala la prensa local, la policía está intentando probar que el chico ya llevaba de casa el cuchillo con el que presuntamente mató a la menor, por lo que habría una premeditación, y que hubo ensañamiento al propinarle varias puñaladas que le causaron la muerte.

Los medios locales también señalan que el imputado se habría acogido a su derecho a no declarar ante el juez, a pesar de que según los Mossos d'Esquadra el acusado reconoció haber matado a la chica al entregarse a la policía el pasado lunes, tras el crimen.

El asesinato de la menor, en un caso sobre el que el juez ha decretado el secreto de sumario, ha conmocionado la pequeña ciudad de Tàrrega, de unos 16.000 habitantes, en luto desde el martes por la muerte de la joven víctima.