El hombre que el pasado 25 de octubre de 2012 se entregó a la Policía Local de Vigo y confesó que acababa de cortarle el cuello a una mujer en un club de alterne del Casco Vello de la ciudad, ha alegado este martes que lo hizo "en defensa propia" porque la prostituta trataba de robarle.

Así lo ha manifestado en el juicio oral que se ha iniciado contra él en la sección quinta de la Audiencia Provincial con sede en Vigo. El acusado, J.C.M.A. un vecino de Cangas de 51 años de edad, ha negado que fuese a ese club con intención de agredir a la mujer y que llevase un cúter en la mochila.

Según su versión, cuando pasaba por la entrada del local, una joven lo arrastró al interior y él subió a una de las habitaciones con una mujer, J. B.R., de 63 años de edad y en cuyo aspecto no se había fijado "porque estaba oscuro y todo se veía borroso". "Ella se acercó a mí, yo no hubiera ido ni loco con una mujer tan mayor", ha sostenido, al tiempo que ha asegurado que no conocía a esta prostituta de nada y que era la primera vez que entraba en ese local.

El acusado alega que no llegó a mantener relaciones sexuales con la mujer y que, cuando se estaba preparando para marcharse de la habitación, la sorprendió hurgando en el bolsillo de su chaqueta. Por ello, según ha declarado ante el tribunal, cogió un cúter que había en un lavabo de la estancia, y se lo puso en la barbilla con el fin de "asustarla".

"Hubo un forcejeo, los cortes se los hizo ella en el forcejeo", ha asegurado, y ha explicado que, tras los hechos, se entregó a la Policía Local porque se había dado cuenta de que "algo" había ocurrido.

CONFESIÓN

Según ha señalado, se autoinculpó ante los agentes porque esperaba que esa confesión le sirviese para tener algún beneficio en caso de ser condenado. "Me declaré culpable, pero lo hice en defensa propia, y dije que fui yo a ver si me caía menos por entregarme", ha señalado.

Los agentes afirmaron que el hombre entró en la Jefatura de la Policía Local, muy cerca del lugar donde ocurrió la agresión, "anormalmente tranquilo", pese a estar diciendo que acababa de cortarle el cuello a una mujer. También relataron que tenía sangre en la ropa y en las manos.

Corte mortal

Los agentes de policía que han declarado este martes, han confirmado que, tras entrevistarse con el cirujano que atendió a la víctima, éste les explicó que uno de los cortes que había sufrido en el cuello era "susceptible de provocar la muerte". No obstante, la grasa acumulada en la papada de la mujer le salvó la vida, porque impidió que el cúter llegara a dañar zonas vitales.

Según la declaración de la propia víctima (que testificó detrás de un biombo), fue atacada por detrás por el acusado sin que mediase una discusión previa. Así, ha relatado que el hombre se abalanzó sobre ella y le pasó el cúter dos veces por el cuello, sin que ella pudiera defenderse debido a su falta de fuerza por la edad y la artrosis.

"Vi que se agachó a coger algo a la mochila, pero pensé que era para irse, y luego me agarró del brazo por detrás y me cortó", ha rememorado la víctima, quien también ha confirmado que el acusado había estado como cliente en el local en otras ocasiones.

La encargada del club ha corroborado que el hombre ya había estado antes en el establecimiento, y negó que el cúter que utilizó en la agresión hubiese podido estar en la habitación.

PENAS

La Fiscalía solicita para el acusado la pena de 10 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, y le aplica la atenuante de confesión voluntaria. También le reclama una indemnización de 7.900 euros en concepto de responsabilidad civil.

Por su parte, la acusación particular ha solicitado que el acusado sea condenado a 12 años y medio de prisión por un asesinato en grado de tentativa, sin circunstancias atenuantes. Asimismo, ha pedido una orden de alejamiento de la víctima por 10 años, y una indemnización de 18.900 euros.

La defensa ha pedido la libre absolución de J.C.M.A.. La vista se reanudará el miércoles, con las declaraciones de otros peritos y testigos.