El año hidrológico termina con lluvias por debajo de la media anual normal en las islas orientales de Canarias

El último año hidrológico (1 de octubre de 2012 a 30 de septiembre de 2013) ha llovido un 23 por ciento que el valor medio normal y se convierte en el séptimo año más lluvioso desde que hace 43 años comenzaron los registros, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). En el caso de las islas orientales de Canarias, la lluvias estuvieron por debajo de la media anual normal.

El último año hidrológico (1 de octubre de 2012 a 30 de septiembre de 2013) ha llovido un 23 por ciento que el valor medio normal y se convierte en el séptimo año más lluvioso desde que hace 43 años comenzaron los registros, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). En el caso de las islas orientales de Canarias, la lluvias estuvieron por debajo de la media anual normal.

Así, según ha explicado a Europa Press el portavoz de la AEMET, Fermín Elizaga, el año que acaba de terminar con 779 litros por metro cuadrado de precipitación, lo que supone un 23 por ciento más del valor normal (649 litros por metro cuadrado). El anterior año hidrológico (1 de octubre de 2011 a 30 de septiembre de 2012) finalizó con un 30 por ciento menos de lluvias de lo normal, concretamente, cayeron 447 litros por metro cuadrado.

"Se trata del séptimo año hidrológico con más precipitaciones desde 1970", ha insistido Elizaga que ha precisado que en algunas lluvias ha llovido más de un 50 por ciento de lo normal, como es el caso del área que comprende Navarra, parte de País Vasco, noroeste de Aragón y La Rioja y otra en el sur que afecta a gran parte del centro y este de Andalucía y sur de Castilla-La Mancha.

Por el contrario, ha llovido por debajo de la precipitación media anual normal en las islas orientales de Canarias y en pequeñas zonas del centro peninsular, en el extremo sureste y en el Levante, centro de la Comunidad Valenciana y en pequeñas zonas de Castilla y León y Cataluña.

Además, las zonas donde ha llovido más abundantemente en valores absolutos se encuentran en Galicia, donde se han acumulado más de 2.500 litros por metro cuadrado en todo el periodo y en País Vasco, norte de Navarra y Aragón y en la zona de Grazalema (Cádiz) donde se han superado los 2.000 litros por metro cuadrado. Mientras, en Lanzarote y Fuerteventura registran puntos donde ha llovido 40 litros en todo el año y en el extremo sureste peninsular hay áreas donde la precipitación acumulada es de 100 litros por metro cuadrado.

Elizaga ha valorado que las lluvias se han comportado con una gran variabilidad en su distribución a lo largo del año. Concretamente, ha indicado que el primer trimestre fue muy húmedo en general, sobre todo los meses de octubre y noviembre, por lo que a finales de diciembre la precipitación promediada superaba en más de un 20 por ciento el valor normal. Ese periodo fue "especialmente húmedo" en el valle del Ebro, islas occidentales de Canarias, nordeste de Andalucía y sureste de Castilla y León.

En cuanto a los meses de enero y febrero ha dicho que fueron "relativamente húmedos" y cayó un 25 por ciento más de lluvias de lo normal que permitió mantener el superávit acumulado en el 20 por ciento.

El marzo más lluvioso desde 1947

Sin embargo, el superávit relativo de precipitaciones se incrementó "notablemente" en el mes de marzo, que se caracterizó por su "excepcional pluviosidad" y se convirtió en el mes de marzo con mayor precipitación media de España desde, al menos, 1947, ya que las lluvias triplicaron el valor medio para el conjunto del país, excepto en las regiones de la franja norte peninsular, así como las de la franja mediterránea, Baleares y parte de Canarias.

De hecho, ha apostillado que en "numerosos observatorios" de Asturias, Castilla y León, Madrid, La Rioja, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía fue el mes de marzo más húmedo desde el inicio de las respectivas series históricas.

Así, el 31 de marzo, cuando se cerraba la primera mitad del año hidrológico, las precipitaciones acumuladas en el conjunto de España superaban en un 47 por ciento el correspondiente valor medio.

Por el contrario, el trimestre abril-junio fue ligeramente más seco de lo normal con un 13 por ciento de déficit de precipitaciones y el último trimestre (julio-septiembre) también resultó ligeramente seco, con precipitaciones medias, con lluvias un 10 por ciento por debajo de lo normal. De este modo, a lo largo de estos meses el superávit de precipitaciones frente a la media siguió disminuyendo muy lentamente hasta llegar al 23 por ciento con el que se ha cerrado el año.

Elizaga ha valorado que las lluvias se han comportado con una gran variabilidad en su distribución a lo largo del año. Concretamente, ha indicado que el primer trimestre fue muy húmedo en general, sobre todo los meses de octubre y noviembre, por lo que a finales de diciembre la precipitación promediada superaba en más de un 20 por ciento el valor normal. Ese periodo fue "especialmente húmedo" en el valle del Ebro, islas occidentales de Canarias, nordeste de Andalucía y sureste de Castilla y León.

El nuevo comienza con los embalses al 66%

Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha informado de que el nuevo año hidrológico (1 de octubre de 2013 a 30 de septiembre de 2014) ha comenzado con los embalses al 66 por ciento de su capacidad total, ya que albergan un total de 36.879 hectómetros cúbicos, lo que supone un 21,2 por ciento más de agua que hace un año (25.176 hectómetros cúbicos) y un 17,2 por ciento más que la media de la última década.

Concretamente, la vertiente mediterránea, con lo embalses al 63,8 por ciento de capacidad, inicia este año hidrológico con un 26,2 por ciento más de reservas que el año anterior, mientras que la vertiente atlántica, cuyos embalses se encuentran al 67,6 por ciento, cuenta con un 19,5 por ciento más de agua que hace un año.

Tomando como referencia tanto el último año como la media de la última década se ha incrementado el agua almacenada en todos los embalses, si bien el mayor incremento durante el último año se ha registrado en las cuencas del Ebro (un 33,6%), en las Cuencas Internas de Cataluña (32,3% de incremento), en la del Guadalquivir (un 27,8%), en la del Duero (un 25,9%) y en la del Segura (un 25,8%).

Además de dejar en buena posición los embalses, las copiosas lluvias del último año hidrológico han provocado también "importantes" episodios de inundaciones pese a la labor de retención que han jugado en este ejercicio los embalses. Así, se han producido daños en distintos puntos de la geografía, para los que se han tenido que aprobar partidas extraordinarias.

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