Según ha informado a 20 minutos el aeropuerto barcelonés, durante los primeros días, sobre todo la primera semana, se incautó un gran número de estos productos por la novedad que representaba para los pasajeros, pero en los últimos días se ha reducido considerablemente el número de material apresado, ya que los usuarios van preparados y se han adaptado mejor a las nuevas normas.

Residuos reciclables

Se calcula que en estos 66 días han circulado por el aeropuerto del Prat 3,6 millones de pasajeros.

La Fundación Trinijove, según explican desde el aeropuerto, la misma que recoge los residuos reciclables que se generan en el Prat, es ahora la responsable de vaciar los contenedores donde se depositan los productos incautados.

Eso sí, esta operación necesita el consentimiento previo de la Guardia Civil que debe firmar un documento conforme cede este material.

Las bolsas recogidas se llevan primero a un almacén del aeropuerto situado en el patio de servicios del módulo 5 y, posteriormente, se trasladan a la Planta de Transferencia de Residuos del aeropuerto. El destino final es el vertedero de Vacarisses donde todo es destruido.

No hay fuentes de agua potable

La imposibilidad de poder pasar líquidos por los controles de embarque obliga a adquirir bebidas en los bares o máquinas dispensadoras. En todo el aeropuerto no hay ni una sola fuente de agua potable como han señalado algunos lectores de 20 minutos y han confirmado desde el aeropuerto. El precio de una botella de agua de 30 centilitros es de 1,10 euros y de 1,40 euros si la botella es de medio litro. En las máquinas automáticas se venden sólo botellas de medio litro al precio de 1,10 euros.