«Odio levantarme, tener examen y soñar que ya lo he ‘pencado’»

Jon Chavarri es uno de los 60.000 universitarios vascos que se enfrentan a los exámenes estos días. Le seguimos antes de examinarse de Derecho. Suspender es su pesadilla. La fiesta, su sueño.
Jon Chavarri, sentado en la parte exterior del campus de Sarriko, lugar en el que estudia a diario. U. E.
Jon Chavarri, sentado en la parte exterior del campus de Sarriko, lugar en el que estudia a diario. U. E.
Jon Chavarri, sentado en la parte exterior del campus de Sarriko, lugar en el que estudia a diario. U. E.
«Hazme una llamada perdida cuando llegues, que estoy en la biblioteca empollando». Dónde iba a estar. Jon Chavarri estudia Económicas y anda de exámenes, como los 60.000 universitarios vascos. Le hallamos entre apuntes de Derecho. Hoy le toca examen. Así es su jornada.8.00 horas.- Bip, bip. Suena el despertador. «Buah». Es el peor momento de su día. «He dormido poco y he soñado con que no me lo sabía bien». Apaga el despertador. Pasan cinco minutos. Su hermano le despierta. «Que te duermes». «Ya voy».

9.00 horas.- «Pillo el bus y escucho Fito o Macaco en el MP3. Algo tranquilo, que no estoy para barullos. Voy a la biblioteca de Sarriko».

9.30 horas.- No se puede entretener, está viviendo las horas más productivas de su día. «Pillo el 20 minutos y lo llevo a mi silla. Voy cogiendo postura con el cuello. Lo cierro y me pongo estudiar».

10.00 horas.- Shh. Silencio. Jon estudia. Repasa los resúmenes que él ha hecho.

11.00 horas.- Jon está en el quiebro entre su tiempo productivo y su pérdida de tiempo. «Me empiezo a desconcentrar, me levanto y me tomo un café, doy un paseo o hablo con amigos. Acaso un pincho. Es lo mejor del día».

13.00 horas.- «Me estoy raspando, no me concentro».

14.00 horas.- La hora bocata. Quedan dos horas para el examen. «Me lo como rápido y me pongo a dar el último repaso». La tensión de Jon se empieza a mascar.

15.00 horas.- «Oye, ¿si no colaciona un sujeto, qué pasa con la herencia?». Los alumnos se apilan en la puerta del aula y resuelven sus últimas dudas. «Lo llevo fatal, tía», clama otra.

16.00 horas.- Hora del examen. «Estoy cardiaco hasta que veo las preguntas y me relajo. Empiezo por lo que sé y dejo lo que no para el final».

18.00 horas.- «He hecho buen examen. Comento la jugada con mis compañeros y me pongo a estudiar. Esta semana tengo otro examen».

19.00 horas.- «Quedo con la novia. Me despejo».

20.30 horas.- «Entrenamiento de balonmano. Me desfogo. Después, a casa. Cena, televisión y cama. Otra vez».

Últimos años de estos exámenes

Tres añitos le quedan a estos exámenes. O eso prometen. Se supone que para 2010 la Universidad vasca ya habrá entrado en el plan europeo (Proceso de Bolonia). Entonces, al alumno no se le evaluará por un examen, sino por su trabajo diario. Mientras, codos. La UPV abre ya sus aulas de estudio a diario con 2.000 plazas en los campus de Leioa, Ingenieros y Sarriko.

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