Denuncia que ayudaron a suicidarse a su madre

Dice que ella podía andar libremente y que murió acompañada de dos  voluntarios y una periodista. Un juez de Alicante ha abierto una investigación.
«Este año va a ser muy corto pero muy interesante». Así arranca el diario personal de la alicantina enferma de esclerosis que, con ayuda de la asociación Derecho a Morir Dignamente, decidió acabar con su vida el viernes, según dijo ayer su hijo, Domingo Biver.

Al parecer, llevaba planeando el fatal desenlace desde el mes de septiembre, según Biver, que está indignado porque se ha enterado de la trama por un mensaje del contestador de su madre.

«Había una llamada de una periodista. Le contesté y me lo explicó todo», asegura Domingo. El hijo se lamenta de que nadie, ni la reportera ni los dos voluntarios que presenciaron la muerte de Madeleine, hubieran contado con él, a pesar de que reconoce que jamás «lo hubiera permitido».

Critica que si no llega a ser por el mensaje se hubiera enterado al leer el reportaje, tres días después del fallecimiento, en un periódico nacional.

Domingo, que ha grabado conversaciones en las que los testigos relatan cómo fue la defunción de su madre, ha denunciado a los voluntarios y a la reportera ante la Policía. «A esta gente no le importa (su madre), sólo quiere publicidad», asegura. El juzgado de Instrucción número 7 de Alicante también ha abierto una investigación para esclarecer si ha habido algún tipo de delito.

Consternado, Biver aseguró ayer a 20 minutos que su madre sufría esclerosis, pero podía andar e incluso salía a pasear con sus amigas o a comer con su familia, por lo que le parece aún más extraño que solicitara ayuda para quitarse la vida, por lo que sospecha que pudieran haberla embaucado.

No obstante, asegura que junto al cuerpo de su progenitora encontró varios escritos en los que le pedía que no se enfadara con él porque no lo había hecho para hacerle daño sino para concienciar al Gobierno de que debe permitir «la muerte digna y el suicidio inducido».

Sospecha que la vecina lo sabía

El hijo de la fallecida ha entregado a la brigada de homicidios de la Policía la agenda de su madre, en la que aparecen los nombres de los testigos de la muerte y los preparativos de los últimos meses (reuniones, comidas...). Domingo sólo pide que los dos voluntarios y la periodista «no se queden tan tranquilos porque la han ayudado a morir». Y asegura que una vecina suya (la que encontró el cuerpo y le llamó a él) también conocía el desenlace y que actuó según «un protocolo».

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