El presidente canario, Paulino Rivero, no cree que el archipiélago vaya a seguir la vía soberanista abierta en Cataluña, porque su vocación es formar parte de España, y sostiene que, si alguna vez eso cambia, no será por un problema ocasionado desde la islas, sino por una "torpeza" política.

"La vocación de Canarias es la de formar parte del Estado español. Si alguna vez se produjera algún problema no será a iniciativa de los canarios, sino como consecuencia del abandono, del maltrato, de la humillación y del querer seguir tratándonos como a una colonia", sentencia el líder de CC, en una entrevista con la agencia Efe.

Rivero hace esta afirmación desde el convencimiento de que el actual Gobierno central está "maltratando" presupuestariamente a Canarias, "no entiende" sus problemas, la "humilla" con decisiones como la de autorizar sondeos petrolíferos en contra del parecer de las instituciones autonómicas y contribuye con sus decisiones a que las islas cada vez estén "más lejos de la península".

"En la etapa democrática, este es el Gobierno que más ha maltratado, más ha humillado y menos ha entendido a Canarias", dice.

El presidente echa en falta en el Gabinete de Rajoy "más lealtad" institucional con las islas y lamenta que a Canarias no se la trate como a otras regiones, "porque no tiene la fuerza económica, ni los movimientos sociales, ni los movimientos separatistas que tienen otros territorios a los que el Gobierno de España presta especial atención por los conflictos que en ellos se generan".

Paulino Rivero advierte de que esa es "una política equivocada, porque las presiones son malas consejeras". "Debería haber otros métodos para entenderse con los territorios", sentencia.

El líder de CC sostiene que sus reproches al Gobierno central se basan en "datos objetivos" y desgrana su lista de agravios, que empieza en el déficit de financiación de la comunidad autónoma y termina en los sondeos petrolíferos, pasando por las diferentes tensiones que han generado en los dos últimos años las decisiones del Ejecutivo del PP en materia de transportes, carreteras o aguas.

Al ser preguntado sobre si ve recorrido en Canarias a las corrientes separatistas que han prendido en Cataluña, responde: "El tiempo lo dirá". Sin embargo, matiza de inmediato que estos "no son tiempos de aislamiento", sino de "reforzar la cohesión".

"Canarias es una comunidad muy alejada del territorio continental. Cuando uno vive a 2.000 kilómetros de distancia y tiene tanta agua de por medio hay que propiciar medidas que faciliten la cohesión territorial. Esto es puro sentido común", argumenta.

Cita, como ejemplo, que un hecho tan simple como el precio de los billetes aéreos pone cada vez más difícil a los canarios viajar a la península, incluso con el descuento de residente, y hace aún más duro que el resto de los españoles puedan viajar a las islas, porque las tarifas son "prohibitivas". Como resultado, añade, Canarias ha perdido en los últimos años un millón de visitantes peninsulares.

"Algo tan simple como eso nos está alejando", se lamenta, antes de apuntar: "¿Qué pasará en el futuro?, cualquiera sabe".

Sin embargo, insiste en que, si alguna vez en Canarias hay una reacción de tipo soberanista, "nunca será por un problema generado en Canarias, sino fruto de la actitud torpe de quien esté gobernando en España".

El presidente canario afirma que la aportación a Canarias en los presupuestos estatales debe ser de 1.264,7 millones de euros, que es la cantidad que se le dio en 2010.

En ese año, recuerda Rivero, el PP gobernaba en Canarias junto a Coalición Canaria y abandonó el Ejecutivo canario porque consideraba la cantidad insuficiente.

Se trata de dar un trato justo a Canarias, señala el jefe del Ejecutivo canario.